'Descarrila' el plan ecologista para detener el tren con basura radioactiva
El paso del tren tipo 'castor' con desechos radioactivos de Francia a Alemania ha movilizado a miles de activistas antinucleares. Las protestas han desembocado en fuertes choques entre los agentes y los 'verdes', que han dejado un rastro de 150 heridos.
La acción de protesta alcanzó la cota máxima de tensión cuando las fuerzas de seguridad se valieron de cañones de agua, balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que trataban de impedir el avance de tren hacia su destino, el deposito de Gorleben (norte del país), y que a su vez respondieron lanzando piedras, barro y cócteles molotov.
Una multitud de activistas hizo una sentada en las vías por donde iba a pasar el tren y prendió fuego algunos tramos de la ruta en su intento por bloquear el avance del convoy. Asimismo, el grupo Greenpeace consiguió encadenar a varios de sus miembros a las vías, a los que la Policía tardó más de seis horas en desencadenar.
Mientras tanto, en Dannenbeg más de 20.000 de manifestantes han salido a las calles para reclamar el cierre inmediato de todas las plantas nucleares del país.
El tren con desechos nucleares entró en Alemania luego de una demora de varias horas por las manifestaciones en Francia, que también fueron dispersadas por la Policía con gas lacrimógeno y cañones de agua.
Este convoy de 11 coches constituye el último envío acordado entre las autoridades de Alemania y el grupo Areva, que transporta los residuos de la producción de electricidad nuclear en su planta de reprocesamiento en Beaumont-Hague, en el noroeste de Francia.
Después de que el pasado 11 de marzo se desatara la mayor crisis nuclear desde Chernóbil (Ucrania) en la central Fukushima-1, el Gobierno alemán ha decidido clausurar todas las centrales nucleares para el año 2022 y la construcción de complejos para el almacenamiento permanente de los residuos generados por las plantas ha quedado suspendido.