Un grupo de desconocidos hizo explotar otra vez el gasoducto cerca de la ciudad de Al Arish, en el norte de la península del Sinaí, en Egipto. Es el noveno intento de desestabilización de la exportación de gas a Israel y Jordania. Tras el incidente llegaron al lugar de los hechos las fuerzas de seguridad y los equipos de bomberos.
La explosión de la tubería que transporta gas se produjo unas horas antes del comienzo de la primera fase de las elecciones parlamentarias, que se celebrarán en el país el lunes. Los próximos comicios son los primeros tras el levantamiento el pasado enero y la dimisión del ex presidente egipcio Hosni Mubarak.
El norte del Sinaí, que limita con la franja de Gaza palestina, es considerado una de las zonas más desfavorecidas en Egipto en materia de seguridad. En particular, en esta zona operan bandas delictivas que se dedican al tráfico ilegal de armas.
Además, la península se ha convertido recientemente en el centro de concentración de los islamistas egipcios, muchos de los cuales estaban presos y huyeron de las cárceles a finales de enero, durante los disturbios que en ese entonces sacudían el país.
Según la Policía, los islamistas participaron en el sabotaje de la instalación de gas. Desde febrero de 2011, el gasoducto egipcio que suministra gas a Israel y Jordania se ha convertido en objetivo de numerosos sabotajes.
La anterior detonación del gasoducto se produjo el pasado viernes. Hace una semana, El Cairo anunció la reanudación de las exportaciones de gas a estos dos países que habían sido suspendidas hace 4 meses.