La mayoría de británicos, de acuerdo con la inminente huelga general
Gran Bretaña se suma a la ola de manifestaciones y huelgas europeas. La prensa local advierte que la próxima huelga general del sector público causará problemas de circulación del transporte público y cancelaciones de vuelos el miércoles, 30 de noviembre. Los sindicatos prevén que en el paro de 24 horas participen más de dos millones de empleados públicos, incluyendo a los profesores y al personal sanitario.
Al igual que en toda Europa, la huelga es la respuesta de los ciudadanos a las medidas de austeridad condicionadas por la crisis económica global y aplicadas por los gobiernos.
A pesar de las incomodidades que provocará esta protesta, una encuesta revela que el 61% de los británicos apoyan la huelga general y el 67% dudan que el Gobierno de David Cameron tome las decisiones anticrisis adecuadas y están descontentos por el aumento de los impuestos, el despido de funcionarios y la ampliación de la edad de jubilación, entre otras.
Amenaza de desórdenes
Uno de los problemas de las huelgas es que pueden convertirse en manifestaciones violentas y enfrentamientos con la Policía. Ya lo han comprobado en las últimas semanas en Grecia, España y Francia. Y para los servicios de seguridad es un desafío doble. Por un lado, deben evitar un uso desproporcionado de la fuerza, como el de la Policía estadounidense en las operaciones contra el movimiento social Ocupa Wall Street.
Al mismo tiempo, con una débil reacción ante los posibles incidentes la Policía perdería el control de la multitud, lo que podría provocar desórdenes más graves. Y según el reciente informe de una comisión especial, eso es un punto débil de los agentes británicos que quedó demostrado en las revueltas de agosto de 2011. Entonces, el detonante de las manifestaciones violentas fue la muerte de un joven a manos de las fuerzas del orden en el distrito londinense de Tottenham. Los disturbios se extendieron a Manchester, Birmingham, Liverpool y Bristol provocando incendios de coches, tiendas y edificios y destrozos en escaparates y fachadas.