Los peruanos 'indican la salida' a una minera por "jugar a ser Dios"
Los activistas que se oponen a un proyecto minero aurífero de la compañía estadounidense Newmont Mining, situado en el norte de Perú, anunciaron que seguirán las protestas pese a la decisión de la operadora de la mina de detener los trabajos. Mientras tanto, la directora de la publicación local La Mula, Paola Ugaz, señala que la transnacional no podrá seguir trabajando en el país si no deja de "jugar a ser Dios".
Los planes de Newmont Mining y la operadora del proyecto, la compañía Yanacocha, consisten en trasvasar el agua de cuatro lagunas naturales de la zona a otros reservorios. Además la minera quería usar dos de las lagunas para depositar desechos y relaves. Según la población local, este proyecto afectaría a las fuentes de agua de la región.
Ugaz considera que lo que propone la empresa “es como jugar un poquito a ser Dios”, y es algo que la población local nunca va a aceptar. Según Ugaz, la única salida para la transnacional sería revisar su política ambiental y social y hacer caso a los intereses y preocupaciones de los habitantes de la zona. La periodista opina que la compañía debería “entonar un 'mea culpa' histórico”, algo que nunca ha hecho.
Las actas de la protesta de los habitantes del departamento de Cajamarca, donde se encuentra las polémicas Minas Conga, se iniciaron la semana pasada. Los agricultores, por temor a que Minas Conga seque las fuentes de agua, bloquearon carreteras y destruyeron las instalaciones de Newmont durante una protesta de seis días. Los movilizados se enfrentaron a la Policía y destruyeron las oficinas de la empresa.
Inicialmente el proyecto suponía las mayores inversiones mineras en el país: unos 50.000 millones de dólares durante la próxima década. La operadora de Minas Conga planeaba producir alrededor de 680.000 onzas de oro anuales durante los primeros años de explotación.