Los ministros de Exteriores de la Unión Europea sancionaron a 180 funcionarios y empresas iraníes en su primera reunión posterior al ataque de la embajada británica en Teherán. Pero no llegaron a un acuerdo sobre la imposición de un embargo a las exportaciones de petróleo del país.
Irán provocó una escalada de las tensiones con Europa por el ataque de estudiantes a las instalaciones diplomáticas del Reino Unido, en donde estas resultaron saqueadas e incendiadas. Al gobierno de la República Islámica lo acusaron de no emprender las medidas suficientes para proteger la embajada británica.
Algunos países de Europa ya retiraron del país a sus diplomáticos. Varios embajadores han sido llamados para consultas, mientras el embargo fue propuesto como una medida para bloquear el dinero que el gobierno islámico presuntamente aprovecha para desarrollar tecnologías armamentísticas nucleares. Pero países como Grecia, que depende del suministro de crudo iraní, objetó la propuesta.
Las nuevas sancionas comerciales contra Irán se definieron de un paquete propuesto por EE. UU., Reino Unido y Canadá, mismo que fue anunciado el lunes pasado. Con ellas se pretende obstaculizar el funcionamiento de los sectores energético y financiero de Irán. En particular, Londres suspenderá todas sus transacciones con el Banco Central de Irán, mientras que París y Amsterdam las reducirán drásticamente.
Por su parte, el Senado de EE. UU. aprobó por unanimidad una enmienda a un proyecto de ley de gastos de defensa que impone sanciones a toda institución que se relacione con el Banco Central iraní.
¿Juegan con fuego?
Para el analista político Adrián Salbuchi la actual situación le recuerda la toma de la misión diplomática de EE. UU. en Teherán en 1979. “Las embajadas nunca deberían ser asaltadas. No es un camino apropiado. Pero no sabemos exactamente qué es lo que está pasando con la embajada: ¿fue una agitación local o parte de algo mucho más general, una guerra regional que podría desenvolverse hasta proporciones globales? O lo que hemos visto era Occidente jugando con fuego?”
Según Salbuchi se trata de una guerra de Occidente contra la mayor parte de los países islámicos. “No hay dudas que durante ya muchos años ha sido real la amenaza de intervención militar en Irán. Y el Reino Unido parece ser un acelerador del proceso entero al estar amenazando con sus propias acciones bélicas”, dice el experto.
Otro experto en temas de Oriente Medio, Wilfredo Amr Ruiz, explicó la prudencia de los gobiernos europeos ante la imposición del embargo con la perspectiva de pérdidas multimillonarias en el sector energético y los cambios que para su economía conllevaría. Europa tiene un comercio alineado con la política, admite Amr Ruiz. “Así que para ir a tono con su política tiene que moverse a eso, aunque le signifique (…) suicidio financiero, porque va a aumentar obviamente el coste del petróleo y del gas natural”.
Siria, primer paso hacia un ataque contra Irán
Los países árabes del Golfo pérsico están en la zona de influencia de Estados Unidos. Así al menos opina el analista político Lajos Szaszdi, quien considera además que Washington “está preparando el terreno para un posible ataque contra Siria”, que a su vez “podría ser el primer paso para un ataque contra Irán”.