Los arrestos relacionados con el movimiento social de ocupación surgido en torno a Ocupa Wall Street no cesan: en Washington han detenido a más de 30 personas.
Las autoridades consideraron ilegal una casa de madera que los manifestantes levantaron en un parque de la ciudad. Sin embargo, los activistas de Ocupa Washington se negaron a desmontar la construcción, lo que provocó un enfrentamiento con los agentes del orden.
El Departamento de la Policía ha informado que en total fueron detenidas unas 31 personas, que, según los activistas del movimiento, luchaban pacíficamente contra las injusticias del sistema económico de EE. UU. Tras el incidente, la Policía ha cerrado el acceso a algunas calles cercanas al parque.
Los brutales operativos de la Policía llegaron a ser algo habitual en muchas ciudades estadounidenses. Las fuerzas de seguridad dispersaron las marchas de los ‘indignados’ y desmantelaron sus campamentos.
Uno de los focos más importantes de la protesta social, el campamento de Los Ángeles, fue desalojado el 30 de noviembre. En la operación policial participaron cerca de 1.400 agentes que detuvieron a unas 200 personas que no querían abandonar la zona por su propia voluntad.
A pesar de todo, después de cada desalojo los manifestantes buscan nuevos sitios para ‘ocupar’ y aseguran que los ataques de la Policía no resuelven los problemas de la economía, pero sí violan sus derechos constitucionales de libre expresión y de protesta.