Estados Unidos podría autorizar una provocación marítima de una organización anticastrista contra Cuba, informan medios cubanos. Algunos expertos creen que Washington podría contemplar dicho escenario para gestionar la disensión interna e impedir el desarrollo económico y social de la isla.
Con flotillas y bombas rumbo a Cuba
La provocación proviene del Movimiento Democracia en Miami, el grupo derechista anticastrista vinculado a la CIA que hizo un llamamiento para invadir las aguas cubanas con flotillas e instigar una subversión en la isla, asegura la publicación digital Cubadebate.
La Habana llama la atención sobre la complicidad del gobierno estadounidense, que apoya estos actos ilegales, con dicho movimiento. Según medios cubanos, el 2 de noviembre de 2011 tuvo lugar un encuentro entre el director del Buró de Cuba del Departamento de Estado, Peter Bremman, y el presidente del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez.
Allí Bremman respaldó la misión subversiva, que tendría como objetivo apoyar a los grupúsculos antigubernamentales internos de Cuba y empeorar las ya tensas relaciones entre la Isla y EE.UU.
Medios cubanos recuerdan que no se trata de la primera provocación emprendida por el organismo estadounidense contra el Estado y la población cubana. De hecho, ya en 16 ocasiones hubo flotillas que violaron las aguas territoriales cubanas, algunas de las cuales fueron utilizados para llevar explosivos a la isla.
¿Con qué fin?
Ahora el estado económico de Cuba está mejorando gracias a los cambios promulgados por el gobierno y que son apoyados por la población cubana, lo que parece molestar a los derechistas exiliados en EE. UU., que quieren evitar cualquier mejora económica y social en la Isla, apuntan los analistas.
“Por eso se esfuerzan en formar un gran espectáculo de luces y tratan de provocar mayor disensión dentro de la isla”, opina el experto de la Alianza Cubano-Americana, Luis Rumbault.
Para alcanzar sus fines se sirven de una campaña propagandística masiva a nivel mundial orquestada desde EE. UU. y Europa, indica Rumbault. "Así presentan a los grupúsculos que no tienen ninguna importancia dentro de Cuba como si fueran un ejército de disidentes", agrega el analista.
El otro hecho desestabilizador, apoyado por EE. UU. es el bloqueo económico, que ha sido prolongado por el presidente norteamericano Barack Obama y que Rumbault califica de "acto de sabotaje que paraliza la economía del país e impide su desarrollo".
Según advierte el experto, EE. UU. está experimentando su propia grave crisis interna, lo que reduce sus opciones de “mantener una línea dura” hacia Cuba, precisamente cuando muchos países mundiales respalden a la Isla en su lucha por la economía libre de embargos. Además, es posible que EE. UU. no tenga pronto ninguna capacidad para amenazar el desarrollo cubano en caso de que se confirme la existencia de nuevos depósitos de petróleo cerca de Cuba, lo que es altamente probable, a principios del año que viene, considera Rumbalt.