La Policía estadounidense ha identificado al autor del tiroteo en el campus de la Universidad Tecnológica de Virginia que tuvo lugar el 8 de diciembre. El culpable del incidente ha resultado ser un estudiante de una facultad vecina.
Según la investigación, el joven llegó al campus tras robar un vehículo y disparó a un policía. Más tarde se suicidó.
El incidente causó alarma inmediata en todo el recinto universitario, que abarca más de 11 kilómetros cuadrados, y que hizo revivir a muchos las escenas de pánico de la matanza de 2007, cuando un estudiante se quitó la vida tras asesinar a más de 30 personas en la misma universidad.
Pero a pesar de que este tipo de incidentes en EE. UU. se registran de una forma casi permanente, durante el llamado 'viernes negro' la venta de armas marcó un nuevo récord. Esa jornada los norteamericanos compraron casi 130.000 pistolas.
El analista político Martín Terrones explicó a RT que esta tendencia puede llevar al crecimiento del número de crímenes y asesinatos. "Lo que puede pasar es que obviamente puede existir la posibilidad de que van a crecer los índices, van a aumentar los números de asesinatos, de homicidios, de robos, de asaltos, de cualquier violación que existe simplemente por tener un arma. Así que 126.000 pistolas nuevas en las calles, obviamente 126.000 personas dispuestas a hacer lo que sea", mantiene el experto.
"80 millones de personas, de hogares en este país tienen armas. Y de esas existen un total, según el FBI aproximadamente 246 millones de armas de fuego en este país en 2011, según las encuestas", recuerda el analista.
Asimismo, mantiene que en este contexto la gente en EE. UU. compra más armas porque no se siente protegida. "A los americanos les gustan sus pistolas. Pueden violar sus derechos civiles, pero sus derechos de las armas no los pueden violar. Todo esto se trata de un culto legal o las leyes están protegiendo a los criminales o más a las víctimas y hoy en día estamos viendo que por los encarcelamientos las cárceles ya no tienen lugar para personas del alto crimen, están soltándolas simplemente porque no hay lugar donde más ponerlas, así que esto también quizá sigue contribuyendo a esto, que no existe la protección hasta cierto punto", opina Terrones.