En ocasiones, lo que parece un asunto o una forma de comportamiento propia del pasado histórico de la humanidad, aparece en nuestros días. Un verdugo ha ejecutado este lunes una sentencia pronunciada contra una mujer acusada por practicar la brujería en Arabia Saudita.
Amina bent Abde lhalim Nassar, de la provincia de Jawf, fue ejecutada por la práctica de la brujería y el uso del espíritu del maligno, según anunció el Ministerio del Interior saudita en un comunicado.
El derecho penal de este país está basado en reglas religiosas estrictas, según las cuales cualquier uso de prácticas esotéricas de cualquier tipo está terminantemente prohibido.
Al menos 73 ejecuciones se han realizado durante este año. La pena de muerte se aplica con cierta frecuencia en Arabia Saudita. La aplican también por violación, homicidio, apostasía, robo a mano armada y tráfico de drogas.