Independentistas: El sistema colonial ya no podrá ofrecer nada a Puerto Rico
“Otro Puerto Rico es posible”, sugiere un nuevo programa lanzado por el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH): una de las fuerzas opositoras más destacadas en la isla. Además de defender el derecho al trabajo, a la salud, a la educación y la protección de la naturaleza silvestre, los activistas de este frente promueven varias consultas plebiscitarias que llevarían la isla a una definitiva emancipación del dominio estadounidense.
Según afirma el secretario del movimiento para los asuntos de Norteamérica y conocido columnista, Manuel Rodríguez Orellana, “ya el sistema colonial en Puerto Rico ha dado todo lo que podía dar, si es que podía haber dado algo”. A su juicio, la mayoría de los puertorriqueños se dan cuenta que hay que cambiar del sistema. “Puerto Rico está —explica el político— en la quiebra económica. La criminalidad está en un alza nunca antes vista, ya que el narcotráfico está a punto de ser quien mande”.
“Ahora precisamente se propone y nosotros apoyamos —adelanta Rodríguez Orellana— que se celebre una consulta que pregunte al electorado puertorriqueño si quiere seguir con el estatus actual (…) que crían en Puerto Rico desde la invasión de Estados Unidos en 1898 o se quiere cambiar a un estatus que no sea colonial ni territorial”.
Los hostosianos se oponen al concepto justificador de la situación existente: el de ‘colonialismo por consentimiento’. Así denominan la excusa principal del Gobierno de EE. UU. para dominar la vida política e impedir el desarrollo autónomo del territorio isleño. Descolonizar y desembarazarse de sus colonias debería convertirse para el país norteamericano en una obligación moral y jurídica “tanto en el plano internacional, como en el plano doméstico”, afirma el representante del movimiento.
Para avanzar en la resolución de los problemas cotidianos de los puertorriqueños, el grupo impulsará propuestas económicas y sociales, concertará alianzas con sectores afines a su ideología. Con la misma finalidad, el MINH aboga por transformar el capitalismo destructor en una economía social que beneficie al pueblo. En particular, plantea el establecimiento de un sistema universal de salud, que elimine a intermediarios ajenos a los intereses isleños.