Los resultados de la investigación de los supuestos fraudes en las elecciones parlamentarias en Rusia, serán puestos a disposición de la comunidad internacional. Así lo anunció este miércoles el canciller ruso, Serguéi Lavrov durante una rueda de prensa con su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski.
"Las voces críticas se escuchan dentro de Rusia tienen para nosotros mucha importancia, porque es nuestro país y porque queremos que nuestras elecciones se lleven a cabo de forma abierta y libre. El presidente ya ha dado órdenes a las entidades correspondientes de estudiar todas las quejas existentes. Sin duda alguna, esto se hará y los resultados se darán a conocer abiertamente a la sociedad rusa y a las organizaciones internacionales", expresó Lavrov.
Además el canciller resaltó que las elecciones en Rusia son un asunto interno del país, aunque destacó que durante la investigación de los posibles fraudes tendrán en cuenta todas las observaciones. En este contexto, el jefe de la diplomacia enfatizó que durante la jornada de las pasadas elecciones asistieron "observadores internacionales de todas las organizaciones que Rusia integra".
Moscú busca la rehabilitación jurídica de matanza en Katyn
Entre otras declaraciones, el ministro ruso de Exteriores manifestó que la rehabilitación política de las víctimas de la matanza en Katyn ya fue realizada y ahora Rusia busca vías para una rehabilitación jurídica. Subrayó que a pesar de algunos puntos complicados en la base legislativa, Rusia "busca los caminos" para resolver la cuestión lo más pronto posible y finalmente los encontrará. "Las decisiones se tomarán de forma tal que se basen en los términos jurídicos y, al mismo tiempo, partiendo de los intereses de las familias de los muertos", dijo.
Las autoridades soviéticas durante décadas negaban cualquier implicación en el crimen cometido en Katyn, caracterizado por la eliminación masiva de prisioneros y oficiales polacos en 1940 durante la Segunda Guerra Mundial. Con el paso del tiempo se revelaron varias publicaciones referentes a este caso y finalmente fue calificado como uno de los graves crímenes del estalinismo.
En abril de 2011 durante una reunión en Smolensk el presidente ruso, Dmitri Medvédev, declaró que la responsabilidad por el crimen cometido en Katyn recae sobre la dirección soviética de entonces, por lo que otras evaluaciones son inaceptables para Rusia.