Los últimos soldados estadounidenses abandonarán Irak a pie, para simbolizar el fin decisivo de la guerra. Así lo ha declarado el presidente norteamericano Barack Obama, en su discurso pronunciado en la base militar de Fort Bragg, en el estado de Carolina del Norte.
Obama se ha expresado el honor que sentía por todos los soldados que sirvieron en Irak y ha calificado su misión como "un gran logro", pese a que siempre se mostró contrario a esa campaña.
El presidente ha rendido homenaje a todos los soldados estadounidenses fallecidos en el territorio iraquí, que según los datos de Washington, son casi 4.500 militares.
Respecto a la marcha de EE. UU. de Irak, el profesor de la Universidad de California, Raúl Hinojosa, opina que solamente se cambia la forma de la presencia norteamericana, ya que la misión militar se sustituye por la actuación de empresas privadas.
“EE. UU. quiere mantenerse en el futuro político de Irak. Yo no creo que los grupos, como Blackwater, cambien su nombre, ni que el Gobierno de EE. UU. no vaya a seguir usando estos grupos privados para fines militares estratégicos de la Casa Blanca. Incluso puede ser que se utilicen más en el futuro”, sostiene el experto.