Crisis: el terremoto que resquebraja la Eurozona

El 2011 se convirtió en un año de duras pruebas para la Unión Europea que ha quedado agotada no solo por la crisis económica sino también por la coyuntura política.

El 2011 se convirtió en un año de duras pruebas para la Unión Europea que ha quedado agotada no solo por la crisis económica sino también por la coyuntura política.

La profunda crisis de la deuda soberana obligó al cambio de gabinete en varios países, como Portugal, España, Grecia e Italia, que ahora se enfrentan a una tarea primordial: superar el bache económico que los sacude.

La situación se complicó por las manifestaciones masivas de ciudadanos en protesta por los planes de ahorro que consideran injustos.

En general, en este año, el Viejo Continente estuvo esforzándose para mantener a flote la economía. Sin embargo, llega al nuevo con añejos problemas. Y aunque hay tiempo para evitar el desastre financiero, es muy poco probable que los ciudadanos acepten cargar eternamente con las consecuencias de las decisiones que toman sus dirigentes.