Afganistán: las redadas nocturnas de la OTAN quitan el sueño a Karzai

Las redadas nocturnas de la OTAN en viviendas de afganos empiezan a agotar la paciencia del presidente de Afganistán, Hamid Karzai, que exige a la Alianza que ponga fin de inmediato a estas operaciones. Karzai esgrime que las redadas no contribuyen a la disminución de la actividad de los talibane

Las redadas nocturnas de la OTAN en viviendas de afganos empiezan a agotar la paciencia del presidente de Afganistán, Hamid Karzai, que exige a la Alianza que ponga fin de inmediato a estas operaciones. Karzai esgrime que las redadas no contribuyen a la disminución de la actividad de los talibanes, sino que provocan el aumento de indignación entre la población local.

"No queremos que los extranjeros vayan a las casas de los afganos y registren sus viviendas", dijo el portavoz del presidente. Si las operaciones continúan, el gobierno del país promete deportar los representantes de la fuerza de la OTAN en Afganistán (ISAF).

Así reaccionó Karzai a las palabras del general Carsten Jacobson, portavoz de la fuerza de la OTAN, que afirmó que las polémicas operaciones nocturnas continuarían e implicarían a más militares.

Incursiones nocturnas

Las operaciones nocturnas de las fuerzas de la coalición contra domicilios afganos son una causa constante de fricciones entre el presidente afgano y los aliados de la OTAN. Según las autoridades de ISAF, el año pasado sus tropas progresaron mucho en la lucha contra los talibanes gracias a las “inspecciones de noche”, operaciones destinadas a aniquilar o capturar a los cabecillas de los talibanes. Para evitar filtraciones de información, la misión de seguridad ISAF no avisa las autoridades locales sobre el día o la hora de sus redadas.

Sin embargo, muchas organizaciones de defensa de derechos declaran que las acciones de la ISAF no sólo no merman los pilares de Al Qaeda en la zona, sino que causan desórdenes entre la población civil. Además, en las operaciones fallecen civiles y miembros de las fuerzas de seguridad afganas.

Según datos oficiales, en la primera mitad de 2011 casi 1.500 de civiles, mujeres y niños entre ellos, fueron asesinados por las fuerzas de ISAF. En uno de estos ataques fallidos de la Alianza, murió por error un primo del presidente afgano. Por su parte, la OTAN también sufre pérdidas, que ya acumula cerca de 3000 de muertos en sus filas, a lo que se unen las sustanciosas pérdidas económicas que acarrea su operativo.

La operación de OTAN fue lanzada en el octubre de 2001, un mes después de los actos terroristas del 11-S en Estados Unidos. El junio pasado el presidente norteamericano, Barack Obama, ordenó la retirada de las tropas del territorio afgano, pero la retirada no se completará hasta 2014.