Cómo hacer frente a los manifestantes que se pasan de la raya y apaciguar las agitaciones violentas es un asunto complicado de resolver para las autoridades responsables de asegurar el bienestar de cualquier país.
La acción armada de la Policía estadounidense en las algunas de las protestas pacíficas de Ocupa Wall Street podría repetirse en Gran Bretaña de producirse futuras manifestaciones violentas.
La publicación de un informe oficial de la Policía británica revela que utilizar armas de fuego podría estar justificado en función de "la inmediatez del riesgo y la gravedad de las consecuencias".
De acuerdo con el comunicado, la Policía necesita estar mejor preparada, equipada y entrenada para proteger a la ciudadanía y poder responder a escenas de violencia y saqueo en el futuro.
Asimismo, asegura que los agentes podrían utilizar también balas de goma y cañones de agua para apaciguar disturbios como los encadenados este verano en Londres.
Armas de fuego y balas de plástico
Entre las reglas sobre las tácticas disponibles y el uso asociado a la fuerza que creen oportunas establecer, incluyen algunas como utilizar armas de fuego con munición real cuando haya incendios intencionados que pongan en peligro la vida de las personas, o el uso de balas de plástico durante ataques violentos en presencia de la Policía y cuando los servicios de emergencia se vean amenazados.
Además, estas también se podrían utilizar en caso de que se arrojasen bombas de petróleo u otros objetos que pusieran en riesgo a otras personas, o durante ataques incendiarios.
Denis O'Connor, inspector jefe de Policía, dijo que "se necesitan nuevas reglas de combate para que la Policía pueda proteger al público de manera segura".
El uso es peligroso e indiscriminado
El informe se conoce precisamente un día después de que saliese a la luz un documento en el que los parlamentarios británicos aseguraban, en referencia a las protestas del verano pasado en la nación, que "el uso de cañones de agua y balas de goma hubiese sido peligroso e indiscriminado" en ese momento y podría haber agravado la situación en el país.
El estudio, elaborado por el Cuerpo de Inspectores de la Policía, señala que, a pesar de que actualmente ya está permitido el uso de la fuerza, a los comandantes se les impidió poner en práctica algunas de las tácticas más fuertes debido a la falta de capacitación y recursos. Las armas de fuego solo deben utilizarse como último recurso pero, según el inspector, "la Policía debería ser capaz de considerar una amplia gama de opciones".
Los disturbios del pasado mes de agosto comenzaron tras la muerte de un joven a manos de la Policía en un barrio del norte de la capital, y las protestas se extendieron más adelante a otras ciudades inglesas.
Con el fin de evitar episodios similares, O'Connor ve necesario debatir seriamente en torno a la táctica del uso de la Policía en casos de violencia similar. "Si no sacamos a la luz estos problemas de difícil solución, estamos privando a la gente de un futuro en el que estemos un poco más tranquilos de lo que pueda suceder".