El Consejo de Seguridad condena la postura de EE. UU. sobre los asentamientos israelíes
Por primera vez en la historia del conflicto palestino-israelí el Consejo de Seguridad de la ONU condenó definitivamente la postura de Estados Unidos acerca del problema. Durante décadas EE. UU. ha mantenido un bloqueo contra cualquier resolución que protestara contra la política de construcción masiva de asentamientos israelíes en Cisjordania y en Jerusalén Este, territorios invadidos por Israel durante la guerra de los Seis Días de 1967.
La sesión plenaria de hoy del Consejo de Seguridad a puerta cerrada culminó con la condena de los 14 países miembros menos EE. UU. de la falta de progreso en la resolución del conflicto. Ninguna de las delegaciones criticó abiertamente la política de Washington, sin embargo, según comentó el representante permanente ruso ante la ONU, Vitali Churkin, solo una delegación cree que la situación podrá "milagrosamente" resolverse por sí misma.
Al mismo tiempo, a pesar de que debido al veto por parte del Estado norteamericano el Consejo no pudo una vez más aprobar la declaración que critica las actividades del Gobierno israelí, el diplomático ruso calificó la reunión de hoy como "histórica" por la unanimidad de sus participantes. La sesión desembocó, además, en una serie de afirmaciones sin precedentes. El Reino Unido, Francia, Alemania y Portugal, por una parte, y la India, Brasil y África del Sur, por otra, presentaron declaraciones que condenan drásticamente la reciente decisión del Ministerio de Construcciones de Israel de vender tierra para la edificación de 6.000 viviendas en Jerusalén Este y sus alrededores. Según los cuatro países europeos, "la ampliación sistemática y premeditada de la construcción de asentamientos causa un efecto extremadamente destructivo sobre las perspectivas de renovar las negociaciones directas palestino-israelíes y amenaza la vitalidad del Estado palestino tal y como queremos verlo".
El 28 de noviembre las autoridades israelíes aprobaron la edificación de unas 100 viviendas en el asentamiento Shila, en Cisjordania. El 7 de diciembre informaron sobre la construcción de 14 casas en Jerusalén Este. Poco después, decidieron ampliar en 40 viviendas otro asentamiento en Cisjordania, Efrat. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, este tipo de actividades son una de las causas principales de que el conflicto palestino-israelí se haya convertido en un callejón sin salida.
Los palestinos exigen que su Estado sea reconocido con las fronteras de 1967, que incluye Cisjordania, la Franja de Gaza y una capital en Jerusalén Este. Israel, por su parte, se opone tanto a volver a las fronteras de 1967 como a compartir Jerusalén: insisten en que la ciudad debe permanecer sin división como capital única de Israel.
"Estamos muy lejos de desesperarnos. Seguiremos dirigiéndonos al Consejo de Seguridad hasta que este pueda cumplir con sus obligaciones y aborde nuestro problema del mismo modo que aborda otras cuestiones", comenta el observador palestino ante la ONU, Riyad Mansur.