Cuatro ciudadanos rusos murieron en los enfrentamientos armados en Yemen, informa el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Según la Embajada de Rusia en Saná, actualmente en este país en conflicto se encuentran al menos 36 rusos, en su mayoría estudiantes y familias con niños.
A mediados de noviembre, la ciudad de Demash, en la provincia yemení de Saada, se ha convertido en una zona de combate donde los rebeldes chiíes de la confederación tribal "Houthi" pelean contra el gobierno y los suníes (que representan la mayoría de la población yemení).
La rebelión entre ambos bandos empezó en el 2004 cuando el presidente Alí Abdulá Saleh asesinó al líder chií Al Hatahui. Con su muerte la revuelta se intensificó dejando ya más de 10.000 muertos.
Este conflicto interno amenaza el plan para evitar una guerra civil y celebrar las elecciones presidenciales después de la renuncia del presidente Saleh, que fue acordada tras diez meses de protestas.