EE. UU. censuró a las prestigiosas publicaciones científicas Nature y Science que alertaban sobre una peligrosa mutación de la gripe aviar, la H5N1, que sería letal para millones. La razón: que terroristas podrían usar la información para perpetrar ataques con armas bioquímicas.
El hecho provocó reacciones diversas. Mientras la prensa científica se declaró “irritada” por la censura asegurando que los artículos contenían métodos que podrían ser usados para encontrar una cura contra el inminente peligro, los funcionarios sostienen que la publicación del tema podría dar a los terroristas la "perfecta arma biológica" y propiciar la creación de virus aún más peligroso con fines lucrativos.
El virus H5N1 que desató la polémica fue diseñado y financiado por el Instituto Nacional de Salud estadounidense en un laboratorio de Rotterdam (Holanda). Los virólogos modificaron la estructura genética del organismo para acelerar su difusión y abrir una vía de contagio directa a los seres humanos.
Hasta entonces, el virus solo se contagiaba entre aves y raramente a los humanos que estaban en contacto con animales enfermos, aunque de estos casos solo se habían reportado algunos cientos de casos. Pero el virus mutante de laboratorio es más contagioso y peligroso para los humanos.
Dada la fuerza del H5N1, que mató a más de la mitad de los infectados (303 de 510 infectados) desde su brote en el 2007, surgen preocupaciones de que el virus mutante pueda causar una pandemia letal. Por ello el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos pidió a Nature y Science no publicar la metodología de la investigación, pues si esos datos cayeran a manos de terroristas tendrán acceso a una potente arma biológica.
Reacciones a favor
Entre los que aplaudieron la censura del gobierno está el NSABB, un comité de especialistas independiente que asesora a las organizaciones federales de EE. UU., que confirmó la necesidad de acotar la información para impedir el desarrollo de armas biológicas.
Por su parte, el Instituto Nacional de Salud, que financió la investigación, insistió en que buscará un acuerdo con la revistas para omitir los datos más peligrosos de los artículos.
“Publicar detalles de la producción del virus dará luz verde al desarrollo de patógenos aún más letales”, dijo el investigador y escritor Andrew Bosworth, quien está convencido que tales virus podrán ser usados por criminales como una herramienta para beneficiarse.
Reacciones en contra
Aunque los autores de la investigación dijeron que aceptan la medida ‘con renuencia’, muchos científicos y editores jefes de Sience y Nature se opusieron al requerimiento de las autoridades. Dicen que así se limita el acceso público a la información y la difusión de los avances científicos.
"¿Quién decidirá lo que se puede saber o no?", pregunta la profesora Wendy Barclay, presidenta del Colegio Imperial de Londres.
“Es esencial para la salud pública que todos los detalles de los análisis científicos de los virus estén disponibles para los investigadores", afirmó el doctor Philip Campbell, editor jefe de Nature.
Por su parte, el Doctor Bruce Alberts, editor en jefe de la revista Science, señaló que los investigadores de este virus tienen que conocer los detalles de la metodología para poder avanzar en la búsqueda del remedio contra esa gripe y proteger a la gente.
Mientras el debate sobre publicar o no los datos del peligroso virus mutante que podría matar a millones de personas sigue abierto, hay quienes ya se preguntan si para prevenir una epidemia resulta imprescindible llevar a cabo análisis peligrosos que permitan encontrar un remedio que salvr a la humanidad. ¿El fin justifica los medios?