Durante su encuentro con los estudiantes chinos en Shanghái, el Presidente estadounidense, Barack Obama, llamó a no considerar a China y EE. UU. como adversarios.
Comenzando su visita oficial a China, que durará tres días, Obama primeramente se encontró con los representantes de la juventud estudiantil china. Más de 300 estudiantes de las mejores universidades del país tomaron parte en este acontecimiento. El mandatario empezó su discurso hablando sobre las relaciones entre China y Estados Unidos; asegurando a los oyentes que su país no quiere obstaculizar el desarrollo de China. "A pesar de que en los últimos 30 años aparecieron algunas contradicciones y retrocesos en las relaciones bilaterales, no es correcta la opinión de que somos adversarios”, señaló Obama.
El tema de los derechos humanos tuvo un papel preponderante en el discurso. Hablando sobre este asunto, Obama hizo hincapié en "abrir China a Internet". “Soy partidario del uso libre de la red global”, dijo aludiendo claramente al reciente endurecimiento del control de Internet en ese país asiático. “Cuanto más abiertos somos, tanto más podemos comunicarnos y acercarnos el uno al otro”, añadió el mandatario.
Obama propuso también que su ciudad nativa de Chicago junto a Shanghái puedan intercambiar su experiencia en el uso de fuentes puras de energía. Según el jefe de Estado, Washington quiere que China sea “una nación fuerte y floreciente. Un exitoso miembro de la comunidad internacional”. Obama agregó que el éxito de un país no debe ser alcanzado a cuenta de otro. “No tratamos de imponer forma alguna de gobernar a ningún país”, finalizó.