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Impuesto a la grasa en EE. UU.: matar dos pájaros de un tiro

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Se cree que EE. UU. es la nación que más sufre de obesidad. Según varios estudios realizados durante las últimas décadas, cada año los norteamericanos ganan kilos adicionales. Entre esta preocupante situación para la salud y la situación económica del país, cada vez más y más expertos se manifies

Se cree que EE. UU. es la nación que más sufre de obesidad. Según varios estudios realizados durante las últimas décadas, cada año los norteamericanos ganan kilos adicionales. Entre esta preocupante situación para la salud y la situación económica del país, cada vez más y más expertos se manifiestan a favor de la iniciativa de introducir un impuesto a la grasa.

La medida de obligar legalmente a sus ciudadanos a comer alimentos saludables fue pronunciada recientemente por Robert Fright, un experto en Economía del Ministerio de Salud de EE. UU., durante una conferencia en Johannesburgo. El médico sostiene que esta iniciativa no solo reducirá la popularidad de los productos con grasas, sino que también ayudará a financiar los fondos para programas destinados a llevar un estilo de vida saludable.

El nivel de obesidad creció en 16 estados durante el año pasado y no se redujo en ninguna parte. En 12 estados el nivel de obesidad supera el 30%. La epidemia de sobrepeso sigue siendo más amenazante en el sur del país, donde se ubican nueve de los diez estados con mayor obesidad entre sus habitantes. Estos diez estados más 'gordos' son Mississippi, Alabama, West Virginia, Tennessee, Louisiana, Kentucky, Oklahoma, Carolina del Sur, Arkansas y Michigan, en orden descendiente.

La preocupante situación obliga a los activistas de derechos humanos estadounidenses a apoyar la iniciativa. Para ellos la propuesta no restringe la libertad personal, sino al contrario, protege a la persona, llevando al mínimo, por ejemplo, el número de muertes causadas por problemas cardiovasculares.

De momento el tema solo se está discutiendo y los estadounidenses pueden estar tranquilos de ser 'castigados' por el exceso de grasa, ya que el proceso de aprobación e introducción requiere bastante tiempo.

A principios de octubre Dinamarca se convirtió en el primer país del mundo que introdujo un impuesto para los productos alimenticios que contengan un alto nivel de grasa. Por cada kilo de grasa saturada los daneses pagan un impuesto de 16 coronas (2,87 dólares).

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