El presidente boliviano, Evo Morales, manifestó su confianza en que en 2012 la ONU despenalice el masticado de la hoja de coca o "acullico" y que esta será reconocida como una práctica tradicional indígena.
"Estoy convencido de que el próximo año vamos a ganar esta batalla internacional para hacer reconocer el 'pijcheo' o 'acullico' como uso tradicional de los pueblos andinos de Latinoamérica", dijo el presidente a la radio estatal boliviana.
Según el mandatario boliviano, el Gobierno logró demostrar a la misión de expertos de la Junta Internacional para la Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) que la coca "no hace daño a la salud humana" porque también se usa con fines medicinales, aunque reconoció que no pudo convencer a todos.
Desde que asumió el poder en 2006, el mandatario boliviano ha promovido una campaña internacional para que la ONU despenalice los usos tradicionales de la coca, sobre todo el "acullico". Tras varios fracasos, Bolivia denunció a mediados de este año la Convención sobre Estupefacientes de la ONU de 1961, que insta a prohibir el masticado de la coca en 25 años.
El abandono boliviano de la Convención entrará en vigor el 1 de enero, día en el que el Gobierno de Morales, según ha dicho, pedirá la readmisión, pero con reservas sobre el masticado de la hoja.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína, tras Colombia y Perú, y el principal proveedor de esas drogas para los países vecinos del Cono Sur, según la ONU. Según la JIFE, Bolivia contaba en 2010 con 31.000 hectáreas de coca, un 22% más que las 25.400 que había antes de que Morales llegara al poder en 2006.