La declaración de la FAO descontenta al Papa y a un importante número de países
La Cumbre Mundial de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), que se celebró en la capital italiana, elaboró una propuesta denominada los "cinco principios de Roma" para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
La declaración final fue aprobada por unanimidad de los países miembros de la FAO. Aunque el Papa Benedicto XVI, los presidentes Lula da Silva y Michelle Bachelet y otros 60 jefes de Estado y de Gobierno mostraron su desencanto al considerla “insuficiente”, criticando la falta de medidas concretas. En el caso de los países latinoamericanos su descontento radica en que la propuesta no contempla nuevos fondos necesarios para combatir la ola de hambre.
El Papa pronunció un discurso contudente en el que pidió que se “revisen” los mecanismos actuales para lograr la seguridad alimentaria, y erradique “el egoísmo” y la “especulación” con los alimentos considerados una “mera mercancía”.
"La convocatoria de esta cumbre es ya un testimonio de la debilidad de los actuales mecanismos de la seguridad alimentaria y la necesidad de una revisión de los mismos", destacó el Sumo Pontífice.
El mismo director general de la FAO, el senegalés Jacques Diouf, lamentó "la ausencia de una fecha límite para erradicar definitivamente el hambre".
La tasa de personas que sufren hambre en el planeta aumentó durante este año, por la crisis económica, de 850 millones hasta 1.020 millones. Los presidentes de Brasil y de Chile reclamaron a los líderes de las mayores potencias industrializadas, mayor compromiso con la hambruna mundial. Da Silva, quien inició con éxito en su país el programa "Hambre Cero", dijo que "se necesita voluntad y determinación política" para combatir el hambre en el mundo.
Por su parte Bachelet, aseveró que “así como el mundo fue capaz de gastar billones y billones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social”.
La FAO estima que para reanimar el sector agrícola se necesitarán más de 44.000 millones de dólares al año. No es una suma tan grande si se tiene en cuenta que en 2050 la Tierra tendrá más de 9.000 millones de habitantes.
Según recoge el documento estos “Cinco principios de Roma” plantean todas las medidas necesarias para reducir significativamente el número de personas hambrientas en el planeta mediante propuestas a nivel nacional, regional y mundial.
En las conclusiones figuran además de la inversión adecuada para la ejecución del programa de desarrollo rural, la coordinación de las acciónes al nivel internacional y la gestión eficaz de los recursos, la adopción de programas para las perspectivas de plazo medio y largo plazo, para la erradicación de la pobreza y la lucha contra el cambio climático. La Declaración prevé el fortalecimiento de la cooperación entre las diferentes instituciones que se ocupan de la seguridad alimentaria.