Estados Unidos venderá armas a Irak por 11.000 millones de dólares y también 84 aviones de combate a Arabia Saudita. Cada uno de estos hechos quizá no parece algo extraordinario, pero para los especialistas son señales claras de nuevas intrigas peligrosas de Washington en el mundo árabe, en el contexto del programa nuclear de Irán. ¿Y si estas armas terminan apuntando al propio EE. UU.?
Peligros internos de Irak
A pesar de la desestabilización de la situación en Irak, la administración de EE. UU. no planea poner fin a su presencia militar allí ni siquiera después de la retirada de sus tropas del país árabe.
La ayuda militar incluye aviones de combate, tanques, vehículos militares, chalecos antibalas y municiones. Se supone que todo esto servirá para proteger el país de peligros exteriores y restablecer el Ejército iraquí que en la época de Saddam Hussein fue uno de los más grandes del mundo. Pero en realidad, este armamento también puede emplearse en conflictos internos entre la población chií y suní, y cada vez hay más señales de que tales tensiones se agudizan. Los analistas destacan el fortalecimiento del Gobierno pro chií y advierten de la posible creación de un sistema unipartidario y de represiones religiosas en Irak.
En el contexto está Irán
Otro país que recibirá armamento de EE. UU. es Arabia Saudita. Los dos países firmaron un contrato por casi 30.000 millones de dólares para la venta de aviones de combate F-15SA. Este acuerdo debe ser visto en conjunto con la ayuda militar a Irak y en el mismo contexto. Según le dijo a RT el politólogo Omar José Fariñas, Washington busca "derribar el Gobierno actual de Irán y transformarlo en uno proestadounidense". Una opción sería el escenario iraquí; es decir una invasión, un ataque militar. "Pero no creo que EE. UU. esté preparado para eso ahora. Entonces, la otra opción sería que otros países lo hagan por ellos", explicó el especialista. Y este puede ser el verdadero objetivo de EE. UU. en su intento de "armar a los países fronterizos a Irán".
Un giro de 180º
Sin embargo, este 'plan B' de EE. UU. puede tener resultados poco favorables para Washington. Durante la ocupación estadounidense de Irak, la mayor fuerza política pasó a los chiíes que siempre se consideraban más leales a Teherán. Por eso, algunos analistas consideran que tarde o temprano Irán tendrá acceso al armamento enviado por Estados Unidos y se puede dar una situación similar al que se dio con el movimiento extremista talibán en Afganistán que, según se supo, accedió a las armas estadounidenses y las usó contra las fuerzas de la OTAN en el país.