El presidente de EE. UU., Barack Obama, promulga la ley que establece que todo ciudadano estadounidense sospechoso de terrorismo, capturado dentro o fuera del país, permanezca bajo custodia militar.
La norma aparece en el marco de la ley de gastos de defensa para el año fiscal 2012, valorado en 662.000 millones dólares. Anteriormente el mandatario había prometido vetar la ley si contenía esta enmienda que prácticamente legaliza el mantenimiento de ciudadanos de EE. UU. en cárceles como presos militares sin que se les hayan presentado cargos oficiales.
Los opositores a la enmienda sobre los supuestos terroristas cuestionan su legitimidad ya que recuerda a la polémica política del mantenimiento de prisioneros en la cárcel de Guantánamo. Según algunos expertos, la simple consideración de que alguien es un extremista, servirá para encarcelarlo.