La proposición del presidente ruso, Dmitri Medvédev, sobre la funcionalidad del cambio de horario, que fue formulado en su mensaje a la Asamblea Federal, provocó debates entre varios expertos rusos. Científicos, gobernadores e ingenieros energéticos manifestaron su opinión al respecto.
"Hay que estudiar la posibilidad de reducir los husos horarios, analizando las consecuencias de esta decisión. Lo mismo se puede aplicar a la utilidad del cambio de horario en verano y en invierno. Hay que comparar los beneficios del ahorro y los defectos evidentes. Pero hay que hacerlo", dijo Medvédev.
Los gobernadores de algunas regiones de Rusia apoyaron la propuesta del jefe de Estado. El presidente de la República de Buriatia, Vyacheslav Nagovitsyn, la calificó como "racional" y añadió que en este caso las regiones orientales "se aproximarán" a Moscú. Por su parte, Alexander Karlin, el gobernador de la República de Altái, separada de la capital rusa por tres husos horarios, emitió su opinión con reserva y dijo que este tema debe ser examinado bajo todos los aspectos.
"En todo el territorio del Extremo Oriente ruso podría existir sólo un huso horario. Por ejemplo, podemos analizar la situación en la península de Kamchatka. Moscú comienza a trabajar cuando Kamchatka está terminando. Por eso, los órganos ejecutivos en particular se ven obligados a trabajar hasta las dos de la madrugada y después volver por la mañana. No es normal, por lo que sería positivo cooperar y sincronizar los husos horarios", cree el gobernador de la región de Amur , Oleg Kozhemyako.
Sin embargo, algunos científicos rusos tratan este proyecto con desconfianza. "Rusia es un país muy grande. Si reducimos el número de husos horarios, se provocará un cambio muy fuerte en el ritmo de vida de la gente respecto al ritmo natural. Por ejemplo, la gente se verá obligada a levantarse y trabajar cuando ya sea de noche en algún sitio, lo que aumentará los gastos de energía, luz eléctrica y climatización. De todos modos, es inevitable que haya gran cantidad de husos horarios en Rusia", cree Andrei Panin, docente de la Facultad de Geografía de la Universidad Estatal de Moscú.
Hasta ahora se consideraba que el hecho de que amanezca temprano permite ahorrar electricidad. Sin embargo, según datos de ingenieros energéticos, este ahorro no es tan importante: consiste en solo 30 kilovatio-hora para cada persona. La mayoría de los países no utilizan este método porque el daño que supone para el organismo humano el cambio temporal es más amplio. "El número de infartos de miocardio se multiplica por 1,5, la cantidad de las pruebas de suicidio en 66%. Se realizó una investigación social sobre la influencia del temporal de verano sobre la salud de los niños y los mayores, y los resultados también fueron negativos", explicó Serguéi Smirnov, director del Instituto de Política Social de la Escuela Superior de Economía.
El Presidente de la Sociedad Geográfica de Rusia, Vladímir Kotlyakov, opina que hace falta determinar una solución bastante complicada para que no afecte ni a la gente, en cuanto a sus ritmos biológicos, ni a la industria.
Actualmente Rusia tiene 11 zonas horarias distintas que dividen su territorio. La televisión, por ejemplo, no ofrece 11 emisiones -una por cada uso horario-, son sólo 5 para todo el país.