El Gobierno estadounidense acusó a los banqueros suizos Michael Berlinka, Urs Frei y Roger Keller como sospechosos de haber ayudado a ciudadanos estadounidenses a evadir impuestos. La conclusión acusatoria ya ha sido entregada al Tribunal Federal de Nueva York.
Según los datos de la procuraduría, los empleados de la subdivisión de Zúrich de uno de los bancos suizos, cuyo nombre se mantiene sin revelar, colocaban el dinero de los ciudadanos estadounidenses en cuentas secretas ayudándoles de este modo a ocultar sus activos del Gobierno.
De acuerdo con la legislación fiscal estadounidense, los ciudadanos del país están obligados a declarar todos sus activos, tanto de cuentas internas como en el extranjero. Según los cálculos de la procuraduría, en total Berlinka, Frei y Keller consiguieron ocultar más de 1.200 millones de dólares de los ciudadanos de EE. UU.
Dichos activos ingresaron al banco entre 2008 y 2009, período en el que el Gobierno de EE. UU. reveló una maquinación semejante con el banco UBS, cuya dirección se vio obligada a revelar los nombres de sus 4.000 inversores estafadores y pagar a la Administración una multa de 780 millones de dólares.
La Fiscalía supone que Michael Berlinka, Urs Frei y Roger Keller atrajeron a aquellos clientes estadounidenses de UBS que cerraron urgentemente sus cuentas secretas, temiendo la persecución del Gobierno. Los financistas les garantizaron la custodia del secreto bancario argumentando que el banco, que no tenía subdivisiones fuera de Suiza, estaba protegido de la presión por parte de la justicia estadounidense.
Si los acusados son reconocidos como culpables, serán sentenciados a 5 años de prisión según la legislación de EE. UU.