Al menos 73 personas han muerto y otras 150 han resultado heridas en una ola de atentados contra objetivos chiíes en Bagdad y el sur de Irak, informan las autoridades.
El ataque más sangriento (45 muertos) tuvo como objetivo un grupo de peregrinos que se dirigía al santuario chií de Kerbala para celebrar la festividad del 'arbaín', que marca el fin de los 40 días de luto guardados por la muerte del imán Husein, nieto de Mahoma y venerado por el chiísmo.
Previamente otros cuatro atentados sacudieron Bagdad: dos en un barrio del noroeste de la capital y otros dos en el empobrecido distrito de Ciudad Sadr. Además, la policía dijo haber encontrado y desactivado otros dos arterfactos explosivos.
Hasta el momento nadie se ha atribuido la responsabilidad por los ataques. "Es demasiado pronto para acusar a alguien en particular porque aún debemos aclarar algunos puntos en las investigaciones", declaró el portavoz del centro de operaciones de Bagdad, Qassim al Musaui.
La nueva oleada de atentados coincide con un recrudecimiento de la violencia religiosa en el país después de que el primer ministro chií, Nuri al-Maliki, buscó la remoción de dos altos políticos sunitas apenas se retiraron las tropas estadounidenses de Irak.