Gary Roland Welch, condenado a muerte por matar a una persona a puñaladas en 1994, se ha convertido en el primer preso estadounidense ejecutado en el país en 2012.
Welch murió el 5 de enero a las 18:10 (hora local) en una prisión del estado de Oklahoma, donde se utilizó la inyección letal para cumplir la pena de muerte a la que fue sentenciado por matar a un hombre de 35 años durante una pelea relacionada con drogas.
Según los funcionarios de la prisión, tres semanas antes de la ejecución Welch, de 49 años, había tratado de quitarse la vida cortándose el cuello con una cuchilla de afeitar.
Durante todo el proceso el reo insistía en que actuó en defensa propia y que fue el fallecido, Robert Dean Hardcastle, quien inició el enfrentamiento en una vivienda de la ciudad de Miami donde se traficaba con drogas. Sin embargo, todas las peticiones de clemencia le fueron denegadas en las sucesivas cortes de apelaciones.
Su compañero, Claudie Conover, también condenado a muerte por ese mismo caso, falleció por causas naturales mientras permanecía recluido en una penitenciaría del estado.
En 2011 el estado de Oklahoma realizó dos ejecuciones, ambas en las primeras semanas del año. En total el año pasado EE. UU. llevó a cabo 43 ejecuciones, según recoge el Centro de Información para la Pena de Muerte. Desde la reinstauración de la pena de muerte en 1976 han sido ejecutadas 1.278 personas.