Israel se prepara para convivir con un Irán al que ve como potencia nuclear
Si Irán realiza pruebas de armas nucleares, el balance de fuerzas se desplazará hacia Medio Oriente, según advierten los analistas israelíes.
Con un informe del Instituto de Investigación para la Seguridad Nacional (INSS por sus siglas en inglés), Israel expresa su nueva visión sobre el desarrollo de la situación en torno al programa nuclear de Irán: el país hebreo se prepara para convivir con una nueva 'potencia nuclear', en lugar de asegurar -como lo hacía antes- que no permitiría que la república islámica obtuviera armas nucleares.
Los especialistas del INSS señalan que el país persa podría obtener armas nucleares en menos de un año, aunque el presidente iraní asegura que su programa nuclear tiene carácter pacífico. El informe se presentará al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, según la prensa británica.
Las 'predicciones' del INSS
De acuerdo con los fragmentos del reporte del INSS analizados por el periódico The London Times, si Irán se convierte en nueva potencia nuclear, EE. UU. ampliará su acuerdo de defensa con Israel, pero al mismo tiempo pedirá al Gobierno hebreo que no se apresure a tomar medidas de represalia.
Rusia, por su parte, buscará una alianza con otros países para evitar la proliferación nuclear en la región, mientras que Arabia Saudita también buscaría desarrollar su propio programa nuclear.
Para Irán, la posible obtención de armamento nuclear supondría un notable crecimiento en la arena internacional que aprovecharía para llegar a un acuerdo con las grandes potencias mundiales.
Escalada de tensiones
El informe israelí se conoce en medio de la tensión creciente a nivel internacional, debido a las presiones que Occidente impone a Irán y las acusaciones por parte de EE. UU. y la Unión Europea de que está usando su programa nuclear pacífico para encubrir el desarrollo de armas nucleares.
Recientemente, Irán confirmó que había empezado la producción de uranio enriquecido hasta un 20% en su nueva instalación nuclear subterránea de Fordow, lo que EE. UU. calificó como una escalada de su patrón de violaciones de las obligaciones contraídas bajo las resoluciones de la ONU.