Una dura contienda se está desarrollando entre los precandidatos republicanos en Florida, estado con una importante comunidad hispana que ha desempeñado un papel decisivo en varias presidenciales, para lograr el apoyo latino.
Los aspirantes del Partido Republicano apuestan por el voto hispano, que podría influir de manera decisiva en la correlación de fuerzas para elegir a quien plantará cara a Barack Obama en los comicios presidenciales de noviembre.
Tanto Mitt Romney como Newt Gingrich han iniciado ya sus respectivas campañas para tratar de ganar las primarias republicanas de Florida, que se celebrarán el 31 de enero y que se prevén determinantes en la contienda por elegir al candidato republicano en los comicios presidenciales de noviembre.
Romney parte como favorito y, según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac difundida esta semana, si las elecciones generales se celebraran ahora éste ganaría por un margen mínimo al presidente Obama.
Agenda exterior
Newt Gingrich, de campaña en Miami en busca del voto latino, expresó el viernes su preocupación por la situación política de Cuba y Venezuela y apostó por una mayor implicación de EE. UU. en el devenir de ambos países.
"Mi objetivo como presidente será generar una 'primavera cubana', que sea incluso más vibrante que la 'primavera árabe'", anunció el político estadounidense de 62 años ante más de un centenar de personas que quisieron acercarse al Restaurante Versailles de Miami.
Además, Gingrich prometió mantener su compromiso para enjuiciar a Fidel y Raúl Castro y regularizar los viajes entre EE. UU. y la isla, de donde proceden 1,2 millones de habitantes de Florida.
Gingrich también se refirió a Venezuela, país de origen de más de 100.000 habitantes de Florida, y aseguró: "Necesitamos un nuevo Gobierno en Venezuela, igual que necesitamos un nuevo Gobierno en Irán".
Asunto migratorio
Gingrich abogó decididamente por políticas que ayuden a regularizar la situación de miles de inmigrantes.
“Es imprescindible que haya una actitud humana y honesta hacia la política migratoria, que es lo que creo que tengo yo. Estoy decepcionado con algunos de mis colegas que han sido inhumanos respecto a los inmigrantes,” afirmó Gingrich, insinuando las diferencias que existen al respecto entre los republicanos.
Romney, que en 2005 y 2007 apoyó la reforma migratoria, ahora está en contra y ha calificado de "limosna" el 'Dream Act' para la legalización de los estudiantes indocumentados.
Mientras tanto Gingrich, el ex presidente de la Cámara de Representantes en los años noventa y con más de tres décadas de trayectoria política, mostró su oposición a que hayan "abuelos que viviendo en el país durante más de 25 años sean deportados y que muchas familias queden rotas".
Por eso, el republicano propone la creación de una comisión para revisar todos los casos de deportación.
"Si usted puede demostrar que ha estado aquí, que ha pagado sus facturas y que tiene una familia americana bajo su responsabilidad, no le vamos a dar la ciudadanía americana directamente, pero tendrá un permiso de residencia permanente para que no tenga que marcharse del país y abandonar a su familia", indicó Gingrich.
El candidato estuvo acompañado de su hija Jackie, que vive en Cayo Vizcaíno (cerca de Miami), y que en español pidió apoyos para su padre. "Estoy muy feliz y espero que todos voten a mi papá", apuntó.
El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, dio un paso más y lanzó este miércoles un anuncio en español narrado por uno de sus hijos, Craig.
Valor estratégico
El resto de los candidatos -Ron Paul, Jon Huntsman, Rick Santorum y Rick Perry- se concentra en Carolina del Sur, que celebrará sus primarias el próximo día 21. Sin embargo, los aspirantes republicanos, con Mitt Romney a la cabeza, avanzan su agenda en Florida, el primer estado de fuerte presencia hispana en acudir a esta cita electoral y que puede dejar decidida la contienda por la candidatura republicana a la Casa Blanca.
Israel Navarro, editor para Latinoamérica en la revista ´Campaigns & Elections´, considera que el voto hispano tiene un valor estratégico para los candidatos.
“Recordemos que en el 2008 parte de la estrategia del presidente Obama en su campaña de elección se basó mucho en eso: sacar a votar a los grupos que tradicionalmente no votaban”, afirmó.
Este mismo estado, en el que alrededor de un 40% de votantes son latinos, decidió el futuro del país en 2004, cuando fue reelegido George W. Bush. Y ahora cobra más importancia aún, ya que ha vivido cambios poblacionales y el estado ha ganado dos votos electorales más en los comicios presidenciales. En otras palabras: Florida ahora es más influyente que en 2004 y 2008.