El presidente de Siria, Bashar al Assad, anunció este domingo la amnistía general para los participantes de las manifestaciones antigubernamentales. El decreto presidencial afirma que la amnistía se extiende a los que “cometieron delitos durante los acontecimientos que tuvieron lugar entre el 15 de marzo de 2011 y el 15 de enero de 2012”.
La medida se dio a conocer el mismo día en el que se cumplen justamente diez meses de la fecha en la que se iniciaron los levantamientos masivos en la ciudad de Deraa, ubicada en el sur de Siria. La amnistía actual no es la primera declarada por Al Assad. En el periodo transcurrido entre noviembre y enero casi 4.000 presos arrestados en las protestas fueron librados de las cárceles del país.
A principios de noviembre, en vísperas de la Fiesta del Sacrificio, el Gobierno sirio llamó a los opositores a deponer las armas y a entregarse a las fuerzas de seguridad, prometiendo al mismo tiempo a los manifestantes que no hubieran cometido ningún crimen, la amnistía asegurada. El perdón solo afectaba a aquellos que no cometieron delitos de sangre.
Las fuentes oficiales no han dado a conocer el número total de opositores detenidos. La libración de todos los presos políticos detenidos desde marzo del año pasado es una de las exigencias principales de la oposición. Esta medida también figura en el plan de regulación del conflicto propuesto por la Liga Árabe, cuyos observadores están ahora en el país. Según los datos de la ONU, más de 5.000 personas en total fallecieron en los actuales disturbios.