El Gobierno italiano decretará el estado de emergencia en la zona en la que encalló el crucero Costa Concordia debido a las primeras fugas de líquidos que se registran de la nave, según declaró el ministro de Medio Ambiente de Italia, Corrado Clini.
Según Clini, todavía no se ha identificado si se trata del combustible, pero Italia decretará el estado de emergencia para prevenir una posible catástrofe ecológica.
El 16 de enero, en aguas de la isla de Giglio donde se produjo el hundimiento, se empezó la instalación de unas barreras especiales con el objetivo de no permitir la fuga de líquidos al mar abierto. En total, la nave alberga 2.380 toneladas de carburante que corren el riesgo de ser vertidas al mar.
"Existe un riesgo importante vinculado a la cantidad de carburante que hay en el depósito", indicó el ministro Clini, quien aseguró que en cuanto se tenga constancia de posibles fugas de materiales contaminantes se tomarán las medidas "necesarias para reducir y contener el riesgo".
El ministro italiano explicó que se le ha exigido a la compañía responsable del barco, Costa Cruceros, que disponga de un programa para "evitar la contaminación ambiental que se podría determinar por la pérdida de carburante y sobre el traslado de la nave de donde se encuentra".
El equipamiento para bombear el combustible del crucero ya se encuentra en el lugar de los acontecimientos, pero el inicio de la operación se ha pospuesto por las malas condiciones del tiempo.
Previamente, el presidente y consejero delegado de la compañía naviera Costa Cruceros, Pier Luigi Foschi, admitió hoy que el naufragio del Costa Concordia se debió a un "error humano" del capitán, el comandante Francesco Schettino, actualmente bajo arresto, "quien no respetó el reglamento".
Mientras tanto continúa la búsqueda de los pasajeros y los tripulantes que están desaparecidos. Según el Gobierno italiano, el hundimiento del barco en el que viajaban 4.200 personas hasta ahora ha dejado un balance de seis muertos y 16 desaparecidos.