Once personas se niegan a salir de sus hogares a pesar de la emergencia nuclear en la central atómica de Fukushima. Según informó una fuente del Ministerio de Educación y Ciencia, este había informado antes a EE. UU. que a sus ciudadanos sobre la fuga radiactiva de la central nuclear.
El amor a su tierra… radiactiva
Once personas se resisten aún a abandonar la zona de exclusión, decretada por el Gobierno japonés en un radio de 20 kilómetros en torno a la central nuclear de Fukushima-1, afectada el 11 de marzo de 2011. Se trata de seis hombres y cinco mujeres de entre 50 y 90 años que hasta la fecha permanecen en sus domicilios a pesar de la alta radiación en la zona.
Los pobladores aseguran que no salieron de sus domicilios en cuatro municipios de la zona de exclusión -Tamura, Tomioka, Naraha y Kawauchi- por diversos motivos, como la negativa de abandonar sus casas, problemas de salud o debido a que cuidan a familiares a quienes sería peligroso trasladar.
Atrincherados por su propia voluntad
Los ayuntamientos de los municipios afectados han intentado persuadir sin éxito a estos once residentes que permanecen aislados, ante la imposibilidad de forzarles a abandonar sus casas.
Uno de los residentes, de unos 50 años, dejó en un primer momento su casa, aunque regresó al poco tiempo de que el Gobierno decretara la zona de exclusión para cuidar de dos personas en precario estado de salud y a las que supondría un riesgo mover. Por su parte, otro de los ciudadanos, que se niega a evacuar la zona, emitió un mensaje en internet en el que aseguró que no tiene agua ni electricidad en su casa.
Tras el terremoto y el tsunami devastador del 11 de marzo del año pasado, 78.000 personas fueron evacuadas del territorio de la zona afectada por radiación. El resto de municipios en el área –Minamisoma, Futaba, Okuma, Namie y Katsurao, que también han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local– permanecen completamente deshabitados desde el 22 de abril.
Japón informó antes a EE. UU. que a los japoneses sobre la fuga radiactiva
Mientras tanto, según informó este lunes una fuente del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Japón, este Ministerio proporcionó información sobre la dispersión de material radiactivo procedente de la planta nuclear de Fukushima-1 a Estados Unidos antes que a la opinión pública nipona.
Los datos comenzaron a entregarse el 14 de marzo, tres días después de que la planta de Fukushima-1 se viese afectada por un terremoto y un tsunami, según la fuente del Ministerio.
Aunque al principio la compañía Tepco defendió que controlaba los cuatro reactores de Fukushima-1, la compañía tuvo que reconocer más tarde que se había producido una fusión parcial de sus núcleos.
Estos nuevos datos salen a la luz en víspera de la presentación del informe preliminar del Comité sobre el accidente nuclear de la central de Fukushima. Anteriormente apareció una serie de críticas contra el Gobierno japonés por haber publicado con retraso la información del Sistema para la Predicción de Dosis de Emergencia Medioambiental, que provocó que miles de personas se expusieran sin necesidad a niveles de radiación nocivos debido a su proximidad a la planta nuclear.