El juez español Baltasar Garzón, famoso por procesar a Augusto Pinochet, se ha sentado en el banquillo de los acusados. El Tribunal Supremo acusa al magistrado de prevaricación y violación de las garantías constitucionales por haber ordenado grabar las conversaciones que mantenían en prisión los imputados por el caso ‘Gürtel’.
Garzón, juez la Audiencia Nacional española, conocido también por su investigación de crímenes durante franquismo, cree que el proceso será largo y prolijo. En caso de ser declarado culpable, Garzón podría ser inhabilitado hasta 17 años.
Este juicio destapó una trama de corrupción en varias delegaciones regionales gobernadas por el conservador Partido Popular (PP). Fue instruido en 2009 por Garzón, que hoy está separado de la investigación por las presuntas escuchas ilegales de los tres imputados presos que el juez ordenó intervenir.
Se supone que la trama de financiación irregular del PP fue organizada por el empresario Francisco Correa, cuyo apellido en alemán se traduce como Gürtel. Ahora Correa, junto con otros dos integrantes del caso, Pablo Crespo y Antoine Sánchez, permanecen en la prisión de Soto del Real con sus letrados desde el 19 de febrero de 2009.
El delito fue revelado por una investigación del periódico español El País. Por este logro los periodistas obtuvieron el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2010 como el mejor trabajo de prensa.