La patrulla fronteriza de EE. UU. introducirá una política que supone más restricciones para los indocumentados. La nueva estrategia permitirá encausar a aquellos que sean sorprendidos intentando cruzar la frontera sin el permiso necesario.
El trato y la dureza de la condena pueden diferenciarse por la cantidad de intentos de cruzar ilegalmente la frontera. Así, pueden ser juzgados por delito grave o ser deportados.
La actitud contradictoria de las autoridades estadounidenses hacia los inmigrantes es criticada con frecuencia por los defensores de los derechos humanos.
El director ejecutivo de la organización Birminghem New Ministries, Christian Ramírez, ha comparado el trato a los latinos en el estado de Alabama con el que tenían los afroamericanos un siglo atrás en el país. Muchos expertos denuncian que los 'sin papeles' son privados en territorio estadounidense de los derechos humanos esenciales.
"En este momento la frontera EE. UU.–México es una de las franjas fronterizas más militarizadas de este hemisferio y debido a la lucha que hace la Casa Blanca, en el sentido de que se va a endurecer la lucha de control fronterizo, esto va a traer graves consecuencias en materia de derechos humanos, sobre todo para los flujos migratorios originarios de centro América que usan a México como puente para ingresar a los EE. UU. y también por parte de los mexicanos que tratan de salir de ese país por causa de la crisis económica que sacude al territorio mexicano", afirmó Ramírez en declaraciones a RT.
"De por sí ya estamos viendo una situación deplorable en materia de derechos humanos en esta frontera, donde los agentes fronterizos gozan de plena impunidad, ahora se les va a otorgar aun más poder a estos agentes para detener, deportar y poner en grave peligro la vida de cientos de miles de inmigrantes que serán expulsados sin proceso alguno, violentando los derechos constitucionales que tienen estas personas, tanto en EE. UU. como en México", añadió el activista.
"Es evidente que el tema migratorio es un tema puntual para los comicios presidenciales del próximo noviembre y es claro que el presidente Barak Obama, que hace unas semanas anunciaba que iba a adoptar medidas para prevenir la deportación de algunos inmigrantes, hoy contradice esto y va en contrasentido de lo que planteaba el presidente Obama de buscar una reforma migratoria que fuera humana, que fuera digna".
El experto concluyó asegurando que: "Ahora nos damos cuenta de que el endurecimiento de la franja fronteriza obedece a que el presidente Barak Obama no quiere presentarse como débil en materia de seguridad y ahora plantea usar mano dura para aplicar, con todo el rigor del Estado, políticas que violentan los derechos constitucionales y que van encaminados hacia un mejor resultado en los comicios de noviembre próximo para aplacar la euforia de la oposición, de los republicanos".