Venezuela lanzará un nuevo plan social de siete puntos para combatir los altos índices de inseguridad. Entre otros instrumentos incluirá una reforma policial, una reforma judicial y una operación desarme, detalla el ministro del Interior, Tareck el Aissami, aunque sin dar plazos concretos.
Los cambios en el sistema policial prevén crear una nueva institución que se dedique a realizar labores de patrullaje o custodia de penales, para que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) pueda ocuparse solo de su función directa, "esclarecer hechos delictivos", precisa el ministro, según recoge el diario Últimas Noticias. En cuanto a la nueva legislación penal, esta presupondrá la creación de jueces de paz y la tipificación de sanciones contra actividades incívicas. Dependiendo de la relativa gravedad del 'delito' se tratará de "multas, barrer las calles o atender una charla familiar", comenta.
Otras medidas anticrimen serán prevención social, atención a los procesos de socialización, creación de un mapa del delito y apoyo a los investigadores. La etapa de prevención supondrá una reforma del currículum escolar, con el fin de introducir en la enseñanza aspectos morales y respeto a los valores familiares. Además, las autoridades venezolanas planean dirigirse a los medios de comunicación y solicitarles que reduzcan la 'propaganda' y "el uso sensacionalista del crimen", que hoy en día les sirven como uno de los principales métodos para conquistar al lector o espectador. "Debe entrar el tema de la ética del medio", insiste el Aissami.
En el marco de la creación del mapa del delito, se prevé hacer un registro a nivel nacional de todas las organizaciones que atienden a personas con conductas delictivas, les prestan asistencia o facilitan el período de rehabilitación social. Aparte, se dedicará también a 'registrar' el entorno físico que incide en la perpetuación del crimen.