La UE impone embargo petrolero a Irán
En seis meses los suministros de petróleo iraní a Europa se reducirán a cero. Los ministros de Exteriores de la UE aprobaron imponer un embargo a las importaciones de crudo de la República islámica, que será gradualmente implementado por los 27 países de la unión.
A partir de ahora está prohibido cualquier nuevo contrato petrolífero con Irán y los países más dependientes de su petróleo tendrán seis meses para revocar sus acuerdos existentes. Para el 1 de julio próximo todos los países miembros de la UE deberán abstenerse de comprar crudo o sus derivados a Irán.
Los ministros aprobaron también sanciones contra el Banco Central de Irán y ocho empresas estatales que no habían sido afectadas anteriormente.
Europa exhortó a Teherán a empezar de inmediato un diálogo constructivo con los países de Occidente respecto a su programa nuclear. Pide garantías de su uso pacífico y que la nación islámica deje de enriquecer uranio en sus plantas energéticas, varias veces señaladas como sitios donde se construye una bomba.
Según opina el experto en relaciones internacionales Marco Terranova Tenorio, “no son medidas que vayan a buscar una solución hacia la zona. Y un clima prebélico artificial que han creado Estados Unidos y sus aliados (…) lo que busca es un beneficio a corto y medio plazo de Arabia Saudí y Qatar, ya que con embargar el crudo iraní lo que van a conseguir son los clientes que actualmente le compran a Irán. El experto advierte también sobre una “repercusión grave a nivel mundial, ya que pueden subir los precios petroleros y puede acelerarse todavía más la recesión”.
Un 68% de las importaciones de petróleo iraní recae sobre tres países del sur de Europa: Grecia, Italia y España. El consentimiento de Grecia era el único que faltaba para imponer el embargo que se ventilaba en Bruselas desde hace meses. Las importaciones de Irán alcanzan un 35% de todo el consumo de crudo en este país.
España también se encuentra entre las naciones que más se van a sacrificar apoyando este embargo. “Entendemos que la seguridad de la zona es prioritaria y por tanto estamos dispuestos a hacer este sacrificio para conseguir la unanimidad en Europa”, afirmó el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.