En el Golfo de Finlandia, a 30 kilómetros de Helsinki, comenzó el dragado de las minas explosivas que aún se encuentran allí, desde la Segunda Guerra Mundial para construir el gasoducto Nord Stream, que trasportará el gas ruso a Europa.
Portavoces de la empresa contratista afirmaron que las minas y otros agentes explosivos, cuyo número total en el área del futuro gasoducto puede llegar a unas 35, sólo en aguas territoriales de Finlandia, a medida de que se draguen, serán voladas una por una. Dos minas más fueron halladas en aguas de Suecia (país neutral durante la Segunda Guerra Mundial) y se estima que 30 artefactos más se encuentren en la zona por el cual recorrerá el tramo ruso. La longitud del gasoducto que pasará por aguas de Suecia y Finlandia llegará a 506 y 374 kilómetros, respectivamente, de los 1.223 km, del total.
Los 65 años transcurridos desde que terminó la contienda, se realizaron varias operaciones de desminado humanitario, tanto internacionales como nacionales, perpetradas por los estados que tienen acceso al Mar Báltico, lugar de intensidad de éstas por parte de Rusia y Alemania (y su aliado durante el último conflicto, Finlandia) en el transcurso de las dos guerras mundiales.
En varias décadas de estas operaciones no se logró desminar completamente las aguas. Otro problema de este mar, de relativamente poca profundidad, es la presencia de varias toneladas de agresivos químicos de procedencia alemana, hundidos en contenedores por la URSS y Gran Bretaña al término de la guerra.