El Senado de EE. UU. rechazó la decisión de la Cámara de Representantes de no permitir al presidente elevar el techo de la deuda nacional por encima de los 16 billones de dólares. De este modo, el presidente vuelve a tener las manos libres para establecer un límite más alto a la deuda nacional y evitar la suspensión de los pagos de intereses.
El pasado 19 de enero el presidente Barack Obama pidió al Congreso aumentar el límite de endeudamiento del país en 1,2 billones de dólares. Sin embargo, la Cámara de Representantes se negó a aceptar su solicitud, acabando así con la posibilidad de hacerlo en el plazo de tiempo establecido inicialmente.
El incremento del techo es necesario para el funcionamiento del Estado y para el abono de los intereses de la deuda nacional. Un retraso de un día en ese pago puede significar una declaración de incumplimiento de pago que, a su vez, puede tener consecuencias impredecibles para la economía global.
Los republicanos en el Congreso declararon que el Gobierno adopta una política fiscal irresponsable, razón por la cual se negaron a permitir el aumento del límite. Anteriormente, la Casa Blanca anunció que el presidente vetaría cualquier intento de bajar el nivel del techo de la deuda.
Los analistas esperan que el aumento del techo de la deuda para superar el límite establecido de 15,194 billones de dólares, baste hasta las elecciones presidenciales, que tendrán lugar en noviembre de 2012.