Médicos sin Fronteras denuncia torturas en las prisiones libias

La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) ha anunciado la suspensión de sus operaciones en la ciudad libia de Misrata. De este modo expresa su protesta contra las torturas practicadas en los centros de detención de la ciudad y contra la denegación de tratamiento médico a los presos.

La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) ha anunciado la suspensión de sus operaciones en la ciudad libia de Misrata. De este modo expresa su protesta contra las torturas practicadas en los centros de detención de la ciudad y contra la denegación de tratamiento médico a los presos.

Los representantes de la organización informan de que últimamente sus médicos han tenido que tratar cada vez a más pacientes con lesiones debidas a torturas en los interrogatorios en lugar de ocuparse de los presos heridos de guerra, su objetivo inicial.

Tratar a los torturados para que puedan soportar más torturas

Denuncian haber tratado a un total de 115 personas que presentaban heridas relacionadas con las torturas, destacando que en numerosas ocasiones los pacientes eran llevados a los servicios médicos en medio de un interrogatorio para que pudieran soportar más torturas. En algunos casos incluso les pidieron tratar a los enfermos dentro de los propios centros de interrogatorios, algo a lo que los médicos se negaron.

Los miembros de la organización humanitaria mandaron una carta oficial a los órganos administrativos de Misrata en la que pedían el cese inmediato de cualquier maltrato de los detenidos, pero no se tomó ninguna medida al respecto. Como consecuencia, la organización decidió suspender su actividad en la región.

Quién es responsable

El analista político Basem Tajeldine opina que el maltrato de los presos es obra de los mercenarios contratados por el Gobierno interino, cuyo verdadero objetivo en el país es "robar las riquezas del pueblo libio". Sin embargo destaca que ahora se despiertan fuerzas que se pueden oponer a estos grupos violentos, mencionando tanto a las personas que siempre fueron fieles tanto al derrocado líder Muammar Gaddafi como a los miembros del CNT que no están contentos con la política general.

Esta declaración de MSF aparece después de un informe alarmante de la ONU donde la alta comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo estar "extremadamente preocupada" por "las condiciones de detención y el trato" que les dan a los detenidos las milicias no controladas por el Gobierno. Esas brigadas cuentan con docenas de prisiones improvisadas que acogen a unas 8.500 personas, sospechosas de haber apoyado al régimen de Gaddafi.