La Liga Árabe ha suspendido de manera inmediata el trabajo de sus observadores en Siria ante la creciente violencia en el país.
La decisión se debe al "deterioro peligroso de la situación en Siria y a la continuación del uso de la violencia y del intercambio de disparos y bombardeos que tienen como víctimas a los ciudadanos inocentes", explicó en un comunicado el secretario general del organismo, Nabil al Arabi.
No obstante, los más de 100 enviados se quedarán en Siria hasta la próxima reunión del los ministros de Asuntos Exteriores de los países integrantes.
La situación en Siria se viene exacerbando desde marzo pasado, cuando estallaron las primeras protestas antigubernamentales. Los enfrentamientos entre la oposición y las fuerzas de seguridad han dejado más de 5.000 víctimas mortales desde entonces, según la ONU.
En los últimos tres días unas 180 personas fallecieron en enfrentamientos producidos en varias ciudades del país, de acuerdo a los datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Países occidentales acusan al régimen sirio de reprimir a los manifestantes que demandan reformas democráticas y la dimisión del presidente Bashar al Assad. Las autoridades aseguran que la oposición la representan varios grupos insurgentes que reciben armas y recursos desde el extranjero. Según Damasco, los enfrentamientos han dejado más de 2.000 muertos entre las fuerzas gubernamentales.
Este sábado los guardias fronterizos impidieron la infiltración de un grupo armado en el noroeste del país, proveniente de Turquía. Varios militantes resultaron muertos y heridos, y otros escaparon. Un soldado sirio también quedó herido, según informó la agencia de noticias siria Sana.
La analista Conchetta Dellavernia opina que la violencia en el territorio crece por culpa de las bandas financiadas por Arabia Saudí y Qatar. “La escala de violencia es cada día mayor porque están entrando armas”, sostiene.
La experta explica que cualquiera puede desestabilizar a un país con 2.000 hombres, “que es lo que está pasando en Siria con entre 2.000 y 4.000 mercenarios financiados por Arabia Saudí y Qatar”. Y añade que dichos países “quieren formar un caos para que Al Assad se vaya y se instale un consejo nacional sirio de corte musulmán”.
Estos días se llevan a cabo discusiones sobre un proyecto de resolución para Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, los ministros de Exteriores de los países del Golfo Pérsico y Turquía se reunieron este sábado en Estambul para discutir una estrategia común sobre Siria.