El ejército de Irán saca músculo, mientras EE. UU. envía buques al Mar Rojo
Irán anuncia que ha emprendido la fabricación de proyectiles de artillerilla guiados por láser, capaces de destruir tanques y fortificaciones enemigas. Entretanto, Estados Unidos trasladó sus buques de guerra y un sumergible nuclear a la región del Mar Rojo, aumentando de esa forma la tensión con Teherán.
La "munición inteligente" para la artillería iraní, presentada por el ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, podrá identificar y destruir con mucha precisión objetivos fijos y móviles como puentes, acuartelamientos, tanques y otros vehículos militares a una distancia de hasta 20 kilómetros. Según Vahidi, “solo cinco países en el mundo” tienen capacidad para fabricar este tipo de armas ultramodernas.
Planes ambiciosos
Este proyectil, llamado 'Clarividente' ('Bashir' en parsi), es sólo una parte de una gran serie de proyectos de tecnología punta de la industria militar que, según las autoridades, serán revelados en unos días. El anuncio de estos avances coincide con el aniversario de la revolución iraní de 1979, que se celebra cada 1 de febrero.
Entre otros aparatos se prevé dotar al ejército iraní de un nuevo avión de reconocimiento provisto de misiles de crucero, así como de otros dispositivos e instalaciones militares también de fabricación nacional.
Respuesta bélica asimétrica
Debido a que la capacidad militar de Irán es muy inferior a la de EE. UU. y la OTAN, Teherán hace hincapié en las armas inteligentes de última generación, los vehículos ligeros de ataque, las minas y los misiles balísticos.
De esta forma, la república islámica continúa su política militar asimétrica, que admite la imposibilidad de vencer en una confrontación abierta a una potencia como EE. UU., si bien ésta sufriría un coste inaceptable en pérdidas y daños.
Presión ‘marítima’ y sanciones económicas
El anuncio de Irán se produce días después de que EE. UU. reforzara su contingente militar cerca de las fronteras iraníes (con dos buques de guerra de sus Fuerzas Armadas, un submarino nuclear y un destructor), y después de que la Unión Europea acordara y reafirmara el embargo a las exportaciones petrolíferas desde Irán que impondrá en julio. En respuesta, el estado islámico se plantea interrumpir los suministros a Europa de antemano.
Los analistas creen que la pérdida de Europa como consumidor de cruso no va a ser un problema para Teherán. “Rápidamente Irán podría encontrar nuevos socios para suministrar su petróleo”, asegura Paulo Botta, director del Centro de Estudios del Medio Oriente, que menciona a China, entre otros países asiáticos, como posible comprador interesado en el petróleo iraní.
Los temores de Occidente
La tensión con Irán aumenta debido a que Occidente sospecha del programa nuclear iraní, cuyo carácter puramente pacífico es proclamado por Teherán. El jefe del Pentágono, Leon Panetta, ha declarado que Irán puede fabricar una bomba nuclear en un año y los dispositivos para transportarla en otros dos o tres. Preocupaciones similares comparten los socios de EE. UU., en concreto la Unión Europea e Israel, que no descarta la posibilidad de resolver el contencioso por vía militar.
Pese a su encarnizada oposición, demócratas y republicanos han llegado este martes a un acuerdo común contra Irán. Los jefes del Comité del Senado de EE. UU. sobre actividades bancarias, un miembro republicano y un demócrata, acordaron extender las sanciones contra Irán a las compañías que cooperan con Teherán en el ámbito de la minería de uranio y suministran tecnologías a la república islámica. Este paquete de sanciones financieras será sometido a consideración este jueves.
Mientras tanto, Irán se muestra dispuesto a mantener negociaciones sobre su plan nuclear. Recientemente, expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica llegaron a Irán para inspeccionar los sitios nucleares del país.
“La agencia quiere una resolución política” de la situación, indica Paulo Botta, que agrega que Teherán “ha respondido [a la propuesta] con una rapidez desconocida hasta ahora”.
Las autoridades de la república islámica reiteran que Teherán contempla los avances tecnológicos, y entre ellos el desarrollo de la energía nuclear, como una medida necesaria para salvaguardar la soberanía de su estado y abastecer a su pueblo con la energía necesaria.
“La nación iraní sigue el camino de buscar nuevas tecnologías", aseguró a RT el ministro de interior iraní Mostafa Mohammad Najjar, que rompió una lanza a favor de que Irán desarrolle "su propio conocimiento científico".