Rusia no suavizará su posición sobre Siria: el proyecto de resolución aún está "verde"

Rusia no piensa suavizar su posición en relación al conflicto sirio, según anunció el representante del país ante la ONU, Vitali Churkin, en los prolegómenos del segundo día de discusiones sobre el nuevo proyecto de resolución sobre Siria en el Consejo de Seguridad.

Rusia no piensa suavizar su posición en relación al conflicto sirio, según anunció el representante del país ante la ONU, Vitali Churkin, en los prolegómenos del segundo día de discusiones sobre el nuevo proyecto de resolución sobre Siria en el Consejo de Seguridad.

Churkin salió así al paso de las suposiciones de algunos representantes de países occidentales, que interpretaron sus comentarios de la víspera, cuando declaró que Rusia considera que una resolución sobre la base de un consenso “no sólo es necesaria, sino también posible”.

El diplomático añadió que no sería productivo someter proyectos aún “verdes” a votación. “Vamos a ver si el Consejo de Seguridad de la ONU pueda llegar a un consenso sobre la resolución”, concluyó.

A su vez, el ministro de Exteriores de Francia, Alain Juppé, comentó que "existen razones para el optimismo" después de que el representante ruso propusiera acercar el documento al proyecto de Rusia. “Es lo que vamos a hacer ahora, pese a que [ese plan] nos parece inaceptable, porque pone al mismo nivel al régimen y a la oposición, afirmando que ambos han cometido actos de violencia".

"Régimen cruel y dictador"

Durante la nueva sesión de debate sobre el proyecto la secretaria del Estado de EE. UU., Hillary Clinton, anunció que cada miembro del Consejo de Seguridad debe decidir a quien respalda: “si al pueblo sirio, a la Liga Árabe, a los pueblos del Oriente Próximo y de África del Norte que durante el último año defendieron valientemente sus derechos o al régimen cruel y dictador” de Bashar al-Assad.

Según ella, los miembros deben elegir la opción correcta que supone apoyar la resolución. No obstante, Clinton reconoció que para que empiece a actuar el Consejo de Seguridad, deben continuar las consultas “con nuestros socios, incluidos Rusia y China” sobre la preparación del texto.

Y el experto en Oriente Medio Wilfredo Amr Ruiz comentó a RT que la solución debe pasar por un diálogo que involucre a las partes del conflicto, con la implicación de países occidentales y de Rusia “que sirvan de intermediarios” y que garanticen a ambas partes “un grado de confianza y de representatividad”.

Rusia contra el embargo

Churkin también explicó que Rusia no respaldará un posible embargo de armas a Siria. “Parece lógico: si hay un conflicto, no vamos a vender armas. Pero vimos lo que pasó en Libia”, dijo. Y añadió: “en nuestro mundo imperfecto [el embargo] significaría que no se puede vender armas al gobierno, pero todo el mundo se las vendería a grupos armados de opositores”.

“¿Cómo podemos decir ahora que anulamos todos nuestros contratos, todas nuestras relaciones de muchos años con Siria?”, se preguntó Churkin, que añadió que su país no abastece de armas que podrían ser usadas contra los opositores. “Declaramos categóricamente que no vamos a aplicar ningún embargo”.

No se espera una votación inmediata

En relación a las posibles fechas de votación sobre la nueva resolución, el viceministro de exteriores ruso, Guennadi Gatilov, dijo que no espera que tenga lugar en próximos días, ya que la fase de activa discusión del proyecto continúa. “Se aúnan esfuerzos con el fin de elaborar un texto aceptable para todos y que contribuya a la pacificación política en Siria”.

Para ello –precisó-, los miembros del Consejo examinan dos borradores: el actual propuesto por Marruecos, y el ruso, que ya fue calificado por los países del Occidente de demasiado suave para resolver el conflicto.

El proyecto que ahora se debate en el Consejo de Seguridad ha sido propuesto por Marruecos, aunque los expertos señalan que fue redactado con la amplia participación de Francia.

El documento apoya el plan de la Liga Árabe sobre Siria, que prevé la dimisión del presidente Bashar al-Assad y la posterior formación del gobierno de unidad nacional y la celebración de nuevas elecciones. El plan fue rechazado por Siria.