Mitt Romney y Newt Gingrich, los precandidatos favoritos del Partido Republicano para meterse en la carrera hacia la presidencia de EE. UU., recurren al miedo de la "europeización" del país como baza electoral y 'arma arrojadiza' contra el presidente Barack Obama.
El motivo de los ataques que los republicanos vienen lanzando contra el rumbo político de Obama tiene como base la grave crisis de la eurozona que resquebraja al Viejo Continente por los cuatro costados.
Obama “envenena el espíritu” de EE.UU.
Por esa razón tanto Romney, el triunfador de las últimas primarias en Florida, como Gingrich, su incombustible rival, muestran a Obama ante el electorado como un aficionado de las políticas europeas que podrían llevar a EE. UU. al borde mismo del precipicio.
Los precandidatos acusan al actual presidente de aprobar el mismo tipo de presupuesto hinchado con vistas a realizar programas de seguridad social, incluidos de sanidad pública, y a aprobar impuestos elevados que, como presuponen, fue la causa del hundimiento europeo.
Debido a que la economía norteamericana sigue temblando por culpa de la crisis económica mundial, la palabra ‘europeo’ se reviste de una connotación negativa y con la que atemorizan al electorado.
Romney, que obtuvo el 46% de los votos en Florida, asegura que Obama “convierte EE.UU. en un estado al estilo europeo” y que sus políticas “envenenarán el mismo espíritu de América”. El aspirante republicano agrega que el mandatario estadounidense "es un gran disgregador, un gran explicador y un gran aficionado a dar excusas”.
Este mismo rumbo discursivo sigue Newt Gingrich, que no duda en calificar a Obama de “socialista europeo” bajo cuyo mando -asegura- EE. UU. perdió su valor y acumula graves problemas económicos. Romney también acusa a Obama de practicar un “socialismo” a la Europa.
Matar dos pájaros de un solo Obama
Los analistas coinciden en señalar que no se puede tachar el curso de Obama de “socialismo”, ya que se trata más bien de una democracia social que está presente en Europa que contempla un acentuado estado de bienestar, una considerable ayuda social y médica “desde el nacimiento”, la existencia de grandes empresas apoyadas por el estado pero cuya propiedad no poseen, y una escalada progresiva de los impuestos, medida muy desfavorable para los más ricos.
Por todo ello criticar a Obama resulta beneficioso para el partido republicano, no sólo en el contexto de las elecciones, sino en el de su propia línea política, que promueve la ayuda a las grandes empresas y los recortes en los programas de seguridad social, y que no contempla la asistencia médica para todos los ciudadanos.
También se muestran contrarios a la aprobación de impuestos adicionales para los más ricos, como los representantes de la banca de Wall Street que los financian y apoyan.
“Romney anunció públicamente que a él no le interesaba la gente más pobre de este país”, dijo el organizador comunitario Ronald Gochez a RT. El experto recalca que los republicanos “no se preocupan por los intereses de la clase pobre o de los trabajadores”, y que, si bien prometen más empleos, “lo que hacen es quitar trabajos”.
Aunque se hunda Europa, EE.UU. sí tiene algo que envidiar
Es evidente que ahora la Unión Europea se enfrenta a retos muy serios y muy peligrosos. Sin embargo, la estadística no justifica los ‘miedos’ republicanos.
Si Europa estuviera en un abismo de socialismo despilfarrador, como ellos dicen, sus empresas no conocerían ninguna prosperidad financiera. Sin embargo, el índice Fortune Global de las compañías más prósperas del mundo cuenta con 172 empresas europeas frente a 130 estadounidenses.
Al mismo tiempo, si se compara el PIB (Producto Interior Bruto) per cápita, EE.UU. tampoco gana a esa Europa entrampada en la crisis que tanto les asusta: Noruega se sitúa en el cuarto puesto con 55.200 dólares por persona, mientras que EE. UU. ocupa sólo el octavo lugar con 47.000 dólares.
En cuanto a la esperanza de vida, los estadounidenses viven tres años menos que los franceses. Y en la esfera educativa, si antaño el índice de licenciados universitarios estaba liderado por los Estados Unidos, ahora está encabezado por Francia y Gran Bretaña.
Todo eso permite poner en duda las exhortaciones republicanas lanzadas contra Obama, que nunca se mostró a favor de los métodos políticos y económicos de la Unión Europea. Sin embargo, se puede decir con certeza que si la UE y la zona euro entran en barrena antes de los comicios presidenciales de EE. UU., en noviembre de 2012, los republicanos podrían obtener un apoyo electoral mucho mayor que podría ser crucial de cara a sentarse en la Casa Blanca.