El fútbol egipcio nunca fue ajeno a la violencia, pero el partido en Port Said (norte del país) desembocó en una verdadera carnicería: al menos 77 personas perdieron la vida y otrás 300 resultaron heridas en medio de violentos choques entre las hinchadas de los clubes Al-Masri y el Al-Ahli. Poco después, un estadio de la ciudad fue incendiado por los aficionados al ser suspendido el partido que iba a jugarse.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto ha decretado tres días de luto por la tragedia. Los jugadores lesionados y los entrenadores del club fueron trasladados en un avión militar a El Cairo, mientras que otro avión llevó a los hinchas.
Final inesperado
El choque sobrevino tras el partido entre el club Al-Masri y el Al-Ahli, de El Cairo, que perdió por 3-1. Pese a la victoria de los suyos, los hinchas del equipo local atacaron y lincharon a los forofos del club visitante.
Al parecer, los seguidores del equipo visitante extendieron durante el descanso un cartel de contenido ofensivo. Los hinchas de Al-Masri estallaron de inmediato, pero esperaron al final del partido para vengarse.
Sin piedad y a lo loco
Una vez terminado el partido, miles de forofos del equipo local saltaron al césped y lincharon al cuerpo técnico y a los jugadores, que se apresuraron a huir de la cancha. Las fuerzas de seguridad lograron sacar del estadio al entrenador del equipo Al-Ahli, el portugués Manuel José.
Mientras tanto, la violencia se apoderaba del estadio y el pánico cundía en la grada, escenario de una estampida fatal.
En el vestuario los jugadores, horrorizados, se desmayaban y lloraban. Prácticamente en los brazos de los jugadores del Al-Ahli murió un hincha al que habían logrado sacar de la cancha.
Los médicos que sacaban del estadio a los muertos y heridos informaron que las principales causas de la muerte se debió al uso de pirotecnia y a la estampida, que derivó en aplastamientos entre los aficionados que huían despavoridos y en la muerte de muchos de ellos por asfixia. Los heridos, que se cuentan por decenas, presentan magulladuras internas, quemaduras y fracturas. Algunos aficionados se mataron precipitándose al vacío desde las tribunas más altas.
La investigación de la tragedia
Las circunstancias de la tragedia resultan aún confusas y las autoridades han ordenado una investigación inmediata para esclarecer lo sucedido. Al menos 47 personas implicadas en los enfrentamientos han sido detenidas.
La Federación de Futbol de Egipto ha suspendido la Liga nacional de forma indefinida.