El Consejo de Seguridad de la ONU ya no exige a Assad que abandone el poder
El nuevo texto de la resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria no exige que Bashar al Assad abandone el poder, no incluye los detalles concretos del plan de transición de la Liga Árabe, ni hace referencia a sus sanciones ni al envío de armas al país, en un esfuerzo por acercar posturas con Rusia.
Desaparecen del texto el llamamiento al presidente sirio, Bashar al Assad, para que traspase el poder a su vicepresidente para formar un "gobierno de unidad nacional", según una copia del nuevo texto que Marruecos ha enviado al resto de miembros del Consejo y que se estudiará este jueves en una nueva reunión a puerta cerrada.
Kodjo Menan, representante permanente ante la ONU de Togo, país sobre el que recae en febrero la presidencia en el Consejo, informó que los autores de la resolución realizaron correcciones para tener en cuenta las posiciones de los miembros que no estaban de acuerdo con la versión previa.
“Parece que el consenso sobre el proyecto pronto va a ser alcanzado” añadió Menan, que no precisó el momento en que se producirá la votación.
La reunión del Consejo se pospuso hasta las 20.00 GMT para dar más tiempo a sus quince miembros para recibir instrucciones de sus capitales, en especial en el caso de Rusia, cuyo Gobierno es el más reticente a aprobar esta resolución.
"Estamos esperando las instrucciones que reciba el embajador ruso desde Moscú sobre las propuestas que se oyeron en la reunión del miércoles", señalaron fuentes diplomáticas del Consejo de Seguridad, que dijeron que se han logrado "compromisos", pero que "todavía se está muy lejos de obtener un resultado final".
Las modificaciones al texto también afectan a los párrafos en los que se animaba a los Estados miembros a adoptar "las mismas medidas" impuestas por la Liga Árabe sobre las sanciones y el "traspaso de armas a Siria, que alimenta la violencia", algo a lo que se oponía Rusia, principal proveedor de armamento al régimen sirio.
También se mantiene la condena a "las continuadas y extendidas graves violaciones de derechos humanos y las libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias", y pide el cese inmediato de la violencia, la liberación de prisioneros, la retirada de las fuerzas de seguridad de la calle y el acceso de prensa extranjera, entre otros asuntos.
Los esfuerzos de los países árabes, europeos y de Estados Unidos se centran ahora en lograr que Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, con poder de veto y aliado tradicional de Damasco, no vete la resolución sobre Siria.
Rusia ya vetó, junto a China, una resolución presentada el pasado octubre por los países europeos y se ha opuesto abiertamente al texto presentado por Marruecos la semana pasada, elaborado por los países árabes y europeos más Estados Unidos, que sí cuenta con la mayoría de apoyos suficientes para ser aprobado si ningún miembro ejerce el derecho a veto.