El soldado estadounidense Bradley Manning, acusado de filtrar miles de documentos clasificados a WikiLeaks, será juzgado por una corte marcial. Así lo ha anunciado el comandante del Distrito Militar de Washington, el general de división Michael Linnington.
Esta decisión abre la vía para fijar la fecha del juicio a Manning, de 24 años, que afronta una posible cadena perpetua por presunta traición y espionaje, y 'ayuda al enemigo', entre otros cargos.
En la audiencia preliminar del pasado mes de diciembre, la acusación presentó testimonios y pruebas informáticas que, en su opinión, demuestran que Manning transfirió más de 700.000 cables diplomáticos clasificados relacionados con las guerras de Irak y Afganistán, entre otros documentos, a la red WikiLeaks, fundada por el australiano Julian Assange.
La defensa de Manning, dirigida por el abogado David Coombs, tendrá más dificultades para presentar el caso y, eventualmente, recurrir, dada la rigidez del sistema marcial.
¿Juzgado por abrir los ojos al mundo sobre Irak?
Sobre el caso de Manning, el analista político y activista pacifista Carlos Montes comentó a RT que Bradley Manning "nos ayudó a ver la verdad sobre las atrocidades que estaban pasando en Irak y Afganistán y a entender que las fuerzas militares de Estados Unidos perseguían a personas inocentes".
En este mismo sentido la defensa, junto a la amplia red de apoyo de Manning, insiste en que la información filtrada no puso en peligro a nadie, ni fue hecha pública con el fin de ayudar al enemigo. Además, su abogado explicó que los superiores de Manning ignoraron su comportamiento y sus problemas de adaptación por tener dudas sobre su sexualidad.
Manning trabajó como analista de información en Irak desde octubre de 2009 hasta su detención en mayo de 2010, cuando un informante del Pentágono, el pirata informático Adrian Lamo, supuestamente lo delató.