Este sábado 4 de febrero en toda Rusia se celebraron las manifestaciones pacíficas masivas, aprobadas por el Gobierno y las administraciones municipales.
Los eventos fueron realizados en Magadán, Vladivostok, Jabárovsk, San Petersburgo, Irkutsk, Novosibirk, Kazán, Omsk, Sarátov, Sochi, Perm y muchas otras ciudades. Pero las manifestaciones más masivas tuvieron lugar en la capital rusa, Moscú, donde pese al frío de -17º, decenas de personas salieron a las calles moscovitas para exigir unas elecciones presidenciales justas y democráticas o expresar su apoyo al Gobierno.
Durante toda esta semana los voluntarios distribuyeron folletos y papeles invitando a la gente a unirse a las manifestaciones.
Las protestas empezaron un mes antes de las elecciones presidenciales en Rusia. Es la tercera acción masiva después de haberse publicado los resultados electorales de las parlamentarias del 4 de diciembre pasado, donde el partido oficialista Rusia Unida obtuvo la mayoría de los votos.
En Moscú se realizaron cuatro manifestaciones a la vez que reunieron un total de 230.000 personas, según datos del Ministerio ruso del Interior.
"Por unas elecciones justas"
La marcha y la protesta opositora en la Plaza Bolótnaya 'Por unas elecciones justas' tuvo cerca de 35.000 participantes, según la Policía, aunque según los organizadores hubo mucha más gente.
Según estaba previsto, el desfile tenía que arrancar a las 13.00, hora local, pero los opositores empezaron a marchar un poco antes sin esperar la hora del inicio. Los participantes se dividieron en columnas. En la primera estaban los activistas de la organización no gubernamental la Liga de Electores de Rusia; le siguieron las columnas de ciudadanos comunes y corrientes que no son integrantes de ningún partido. El candidato a la Presidencia Mijaíl Prójorov también participó en el desfile opositor, encabezando su propia columna con sus partidarios.
El desfile de miles de participantes finalizó en su punto de destino, la Plaza Bolótnaya, donde algunos líderes de la oposición extraparlamentaria, entre ellos el liberal Grigori Yavlinski, del partido Yábloko, y también algunos activistas de los parlamentarios Partido Comunista y Rusia Justa, se subieron a la tribuna para pronunciar su discurso.
En el mitin exigieron la dimisión del presidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Vladímir Chúrov, la liberación de los presos políticos, la anulación de los resultados de las elecciones parlamentarias de diciembre y su repetición. Además se exigió que Yavlinski, cuya candidatura a la Presidencia fue rechazada por el CEC al no poder este reunir dos millones de firmas válidas, pueda concurrir a los comicios presidenciales.
Muchos de los manifestantes iban ataviados con abrigos de piel, calzados con 'valenki' (típicas botas de lana rusas) y con la cara tapada por pañuelos y bufandas para combatir el frío, mientras que algunos nacionalistas llevaban máscaras integrales que impedían que se les viera el rostro.
En la avenida Sájarov se reunieron otros manifestantes opositores que también exigían elecciones justas, pero se negaron a participar en el desfile del primer grupo pues no deseaban que se les vinculara con partidarios de los comunistas y los nacionalistas. Los organizadores de la acción en la avenida Sájarov habían anunciado la llegada de 30.000 personas, pero lograron reunir solo a 150.
La manifestación opositora del partido Liberal-Demócrata en la Plaza Púshkinskaya reunió a 1.000 personas y duró tan solo 30 minutos. Según los datos de la Policía, el evento terminó sin incidentes.
10 veces más participantes de lo anunciado se unieron al mitin "antinaranja"
Según los datos de la Policía, el mitin llamado 'Tenemos mucho que perder' en el que se reunió el movimiento progubernamental en la colina Poklónnaya aglutinó a casi 100.000 personas. Es una cifra 10 veces mayor de lo anunciado por los organizadores previamente. Las consignas de los participantes instaban a oponerse al "peligro naranja".
"Les decimos 'no'. Decimos 'no' a la destrucción de Rusia. Decimos 'no' a la arrogancia naranja. Decimos 'sí' a nuestra unidad de los patriotas. 'Sí' a nuestra lucha política", declaró el politólogo Serguéi Kurguinyán, uno de los organizadores del evento y jefe del movimiento 'La Esencia del tiempo'.
Curiosamente bajo el mismo lema que la oposición, 'Por unas elecciones justas', algunas personas se manifestaron a favor del primer ministro, Vladímir Putin.
El propio Putin apoyó la manifestación de Moscú y dijo que a ella asistirán "las personas que expresarán con honestidad su postura antinaranja" -en alusión a la Revolución Naranja de Ucrania-, a los que mostró su agradecimiento.