Japón exhorta a EE. UU. a liberarle de algunas sanciones petroleras iraníes

Japón se dirigió a EE. UU. pidiéndole que le libere de algunas de las sanciones iraníes relacionadas con los suministros de petróleo para permitir a los bancos japoneses realizar transacciones financieras relacionadas con el suministro de petróleo por el Banco Central de Irán.

Japón se dirigió a EE. UU. pidiéndole que le libere de algunas de las sanciones iraníes relacionadas con los suministros de petróleo para permitir a los bancos japoneses realizar transacciones financieras relacionadas con el suministro de petróleo por el Banco Central de Irán.

"Hemos exhortado a nuestros colegas estadounidenses a hacer una excepción para Japón, y permitir que los bancos japoneses puedan realizar transacciones financieras con el Banco Central de Irán, a través del cual se realizan  las transacciones relacionadas con el suministro de Japón por petróleo iraní", declaró el representante del Ministerio de Exteriores nipón, Tsukasa Uemura, tras reunirse con los representantes estadounidenses. Según Uemura, la discusión se celebró "en una atmósfera de entendimiento mutuo". No obstante, no precisó cuál fue la respuesta de Estados Unidos acerca de esta cuestión.

En Estados Unidos señalaron que la solución a este problema a favor de los japoneses es posible, pero a condición de que Japón reduzca el suministro de petróleo iraní. Los últimos cinco años, Japón ha disminuido el suministro de petróleo iraní en un 40%.

Anteriormente Japón introdujo una serie de restricciones en relación al sector financiero del país islámico, incluso dictadas por las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU. En 2007 se prohibió el traspaso de materiales, tecnologías y herramientas a Teherán que podrían utilizarse en el programa nuclear. Además, Tokio prohibió las inversiones iraníes en las empresas japonesas que pueden tener acceso a las tecnologías nucleares.

En noviembre pasado EE. UU., después de Gran Bretaña y Canadá, anunció nuevas sanciones financieras y energéticas contra Irán para acabar con las supuestas ambiciones del país islámico en el sector nuclear. A finales de enero la UE siguió la presión a Irán y aprobó imponer un embargo a las importaciones de crudo de la república islámica.