En un ataque de drone estadounidense muere uno de los principales líderes de Al Qaeda, Badar Mansoor, en la provincia paquistaní de Waziristán del Norte.
Badar Mansoor, de 40 años de edad, era jefe de operaciones de Al Qaeda en Pakistán y el principal responsable de varios atentados suicidas que han provocado un total de unos 5.000 muertos desde mediados de 2007, según los servicios secretos pakistaníes. También entrenaba y enviaba a combatientes a Afganistán.
Los bombardeos con aviones no tripulados en zonas tribales pakistaníes sospechosas de albergar terroristas inició en el 2004, pero se ha intensificado en estos tres últimos años con más de 220 ataques desde agosto de 2008. Durante este lapso, además de abatir a los terroristas los aparatos estadounidenses mataron a 535 personas inocentes, entre ellos 60 niños, según las autoridades pakistaníes.
“Los drones son ilegales, porque Pakistán no ha autorizado sus vuelos. Tampoco contribuyen a la lucha contra los milicianos talibanes y el terrorismo”, declaró a RT el ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, Hina Rabbani Khar. De esta manera, el problema del extremismo del movimiento talibán solo aumenta, ya que ayuda a los yihadistas a reclutar a más gente. “Si atacas un blanco concreto, estás creando otros diez blancos con los nuevos milicianos que esa acción creará”, añadió el canciller pakistaní.